El Grupo PSA firmó ayer una alianza con el grupo japonés Nidec Industrial para la fabricación e motores de propulsión eléctrica en la planta de Trémery, (Francia). La nueva filial común, que se creará formalmente en el primer trimestre de 2018 con una participación del 50% para cada socio, supondrá una inversión de 220 millones de euros y tendrá como objetivo contribuir a que a partir de 2019 cada nuevo vehículo producido por la multinacional tenga su versión eléctrica. La factoría de Trémery fue la que arrebató en 2015 a Balaídos la nueva línea de tricilíndricos EB Turno PureTech del grupo galo.

La nueva joint venture se encargará de toda la cadena de producción, desde la investigación y desarrollo (I+D) hasta la comercialización de "una gama de productos de tracción eléctrica eficientes", que irán destinados "principalmente" a las marcas del grupo (Peugeot, Citroën, Opel y Vauxhall), pero también a otros fabricantes de automóviles. Si bien la planta de Trémery será la que fabrique estos motores (en 2015 ya se adjudicó la línea de motores gasolina EB Turno PureTech), será la de Carrieres sous Poissy, a las afueras de París, la que se encargue de la I+D. Nidec, que el pasado mes de febrero absorbió la empresa francesa Leroy-Lomer, es el primer fabricante de motores eléctricos en Francia. La compañía japonesa se ha fijado como objetivo estratégico aumentar su actividad en el sector automovilístico, que en el horizonte de 2020 debería representar de 5.400 millones a 7.600 millones de euros.

En cuanto a la firma francesa, su futuro pasa por una aceleración en la transición hacia tecnologías eléctricas con una diversificación de su oferta mediante motores híbridos de gasolina recargables y otros eléctricos de nueva generación, tal y como figura en su plan estratégico Push to Pass. "El objetivo es pasar a una nueva etapa estratégica que nos permita controlar a través de esta asociación la maquinaria eléctrica", explicó Patrice Lucas, vicepresidente ejecutivo de PSA. Durante la presentación, y según recogió Reuters, Lucas informó que la alianza proyecta una producción de 900.000 motores al año para 2022.

El cierre de dicha transacción queda sujeto a la aprobación de las autoridades antimonopolio y a la consulta del representante de los empleados.