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Stolt asume el trono europeo en rodaballo gracias a la antigua factoría de Pescanova

El principal rival de la pesquera gallega comercializa ahora la producción de la planta de Mira y triplica la capacidad de Insuiña -Las ventas crecen, pero el precio sigue a la baja

Stolt asume el trono europeo en rodaballo gracias a la antigua factoría de Pescanova

La megafactoría en la que Pescanova y el Gobierno portugués enterraron 200 millones de euros ha terminado por ser una panacea para el principal competidor de la compañía de Chapela en el segmento de rodaballo. Stolt Sea Farm, que no realizó ninguna inversión en la infraestructura, ha firmado un acuerdo con la administración concursal de Acuinova Actividades Piscícolas (nombre de la exfilial de Pescanova) para comercializar su pescado. De este modo Stolt se convierte en líder absoluto del mercado europeo en rodaballo con unas 8.000 toneladas al año, tres veces por encima de la producción de Insuiña. El contrato, confirmado a FARO por el administrador Bruno Costa, se firmó el pasado julio. No han trascendido las condiciones de dicho acuerdo.

"El cambio se produjo después del cambio accionista de Acuinova y de las condiciones más favorables" presentadas por Stolt Sea Farm, con instalaciones en Cervo, Lira y Carnota. La macroplanta, diseñada para producir 7.000 toneladas anuales de rodaballo, fue adquirida en verano por el fondo buitre Oxy Capital. Nunca alcanzó los volúmenes augurados por su principal defensor, el expresidente de Pescanova Manuel Fernández de Sousa, y los técnicos han estimado una inversión mínima de 50 millones para reparar la fase dos del proyecto. De Mira solo salen unas 2.600 toneladas de producto, las mismas capaces de sacar al mercado la filial acuícola Insuiña SL, instalada en Xove. Esta compañía, junto con la trader Novapesca Trading, fue la única que no se integró dentro de Pescanova España SL, que integra toda la actividad fabril y de comercialización del grupo en España. Y es la única que nutre a la multinacional de este pescado plano.

Como avanzó este periódico (edición del 16 de noviembre) la piscifactoría lusa ha logrado evitar la quiebra con una propuesta de convenio a 18 años, que prevé el pago de 24 millones los bancos portugueses (Novo Banco, Banco BPI, Caixa-Banco de Investimento, Banco Comercial Portugués y Caixa Geral de Depósitos). Estima además la posibilidad de recuperar 91 millones del consorcio que construyó la infraestructura, liderado por Sacyr, por errores en la ejecución del proyecto. Acuinova sufrió desde su inauguración al menos tres siniestros graves, de los que nunca informó al mercado. Los dos primeros causaron un agujero de 70 millones tras la muerte masiva de ejemplares; en el último, en 2014, se perdieron 878 toneladas de peces.

Las disputas comerciales entre Pescanova y Stolt Sea Farm (ésta es filial del grupo Stolt Nielsen, de Reino Unido) no son nuevas. En 2014 la segunda acusó a la gallega de "inundar" el mercado de producto, lo que causó una fuerte bajada de los precios. "Se vieron forzados a vender pescado a bajo precio para obtener liquidez", señaló Stolt en una comunicación al mercado. La liquidación de stocks entonces por parte de Pescanova también disgustó a competidores en segmentos como el langostino. Ahora es Stolt la que aprovechará la factoría que, según Sousa, marcaría "un antes y un después en el municipio, en Portugal y en la acuicultura".

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