En su hoja de ruta por sacar a Opel de números rojos dentro de tres años, Grupo PSA se ha encontrado con una inesperada piedra en el camino. Según Reuters, la antigua matriz de la marca alemana, General Motors, habría engañado al grupo galo durante las negociaciones al afirmar que los motores de Opel estaban preparados para cumplir con los nuevos requisitos de emisiones que entrarán en vigor en 2021, algo que los técnicos de PSA constataron que no es cierto. El grupo galo reclamará entre 600 y 800 millones de euros a la antigua propietaria de Opel ante la perspectiva de que la marca alemana pueda tener que enfrentarse a multas millonarias por el incumplimiento de esta nueva normativa.

El origen de la disputa tiene lugar en la carrera en la que está inmersa la industria de la automoción para cumplir con una regulación europea, a la que se le dará una nueva vuelta de tuerca. Y es que si hasta ahora estaban permitidas unas emisiones de hasta 130 gramos de CO2 por cada kilómetro, a partir del año 2021 el máximo permitido descenderá hasta los 95 gramos. De incumplir con este objetivo, las firmas se enfrentarán al pago de una multa de 95 euros por cada gramo de emisiones de CO2 que exceda cada uno de estos vehículos comercializados, lo que conllevaría unas sanciones multimillonarias. "Si no logras cumplir la regulación, el peso de las multas puede amenazar la propia existencia de la compañía", alertaba Carlos Tavares durante la presentación del nuevo plan estratégico de Opel.

Según la información aportada durante las negociaciones por General Motors, la hoja de ruta de Opel señalaba menos baches en el camino por cumplir con estos nuevos requerimientos. Sin embargo, apenas cuatro meses después de su desembarco, los técnicos de PSA han detectado que los motores de la marca alemana se encuentran mucho más lejos de los objetivos de lo asegurado por General Motors. En concreto, según declararon fuentes de PSA a la agencia Reuters, el incumplimiento de los requisitos en emisiones excedería los "10 gramos", lo que alertan que conllevaría la imposición de multas por valor de casi 1.000 millones de euros.

Desembolso

Estas fricciones tienen lugar apenas unos días antes de que se cumplan los cuatro meses de la adquisición de Opel por parte del grupo PSA. Fue entonces cuando la firma desembolsó 2.200 millones de euros por hacerse con una firma que arrastraba con casi 20.000 millones de euros en pérdidas desde que arrancara este milenio. La cantidad exigida ahora por PSA representa aproximadamente un tercio de lo abonado entonces.

Durante la presentación del plan estratégico Pace, con el que Opel prevé abandonar números rojos en 2020, la compañía recogía su propósito de "cambiar los motores y las cajas de cambios de General Motors para pasar a utilizar las de PSA". La nueva hoja de ruta de Opel preveía este cambio, junto al trasvase hacia las dos plataformas de PSA (CMP y EMP2) y sinergias en la estructura de gastos para reducir en 700 euros el coste de cada coche de cara al año 2020. El plan estratégico de Opel también incluía el objetivo de lograr la electrificación de todo su catálogo de vehículos en el año 2024.