El Grupo PSA, nuevos dueños de Opel, dejaron claro que a la marca no le quedaba otro remedio que apretarse el cinturón para garantizar su futuro. Lo saben ya en la planta de Figueruelas. La compañía ha trasladado a los representantes de los trabajadores la necesidad de recortar un 6% los salarios en el convenio de 2018 y mantenerlos congelados desde 2019 a 2022 para asimilar la factoría a las condiciones de competitividad de la de PSA en Vigo.

El comité de empresa rechaza el recorte y asegura que la propuesta es "inasumible". La secretaria general de Industria de CC OO en Aragón, Ana Sánchez, asegura que la firma quiere reducir los pluses de festivos y nocturnidad, suprimir el de calendario especial, subir de 15 a 18 los turnos de una línea e incluir la mañana del sábado como "un día más de trabajo". "Si de verdad se tenía tanta prisa por negociar el convenio, esta propuesta no tiene mucho sentido", critica Sánchez, que indica que la negativa es "unánime" en todo el comité.