El grupo de automoción francés PSA pondrá punto y final a la fabricación de motores en su centro de Trnava (Eslovaquia). La intención de la firma presidida por Carlos Tavares es trasladar la fabricación de los 200.000 motores que salen cada año de las instalaciones eslovacas a las factorías que la recién adquirida Opel tiene en Europa del Este.

Según apunta el diario Les Echos, se barajan dos centros como candidatos de recibir esta carga de trabajo. Se trata de la factoría de Szentgotthard en Hungría y Gliwice en Polonia. El objetivo es elevar el grado de actividad de estas plantas, que actualmente se encuentra lejos de la plena capacidad. La dirección de PSA mostró repetidamente su propósito de incrementar la carga de trabajo en las factorías de Opel, al entender que buena parte de la responsabilidad de haber acumulado pérdidas de casi 20.000 millones de euros en este siglo se debía a su reducido nivel de actividad.

Con todo, la factoría de Trnava no verá reducida drásticamente su actividad. La intención del grupo francés es utilizar el especio dedicado a motores para incrementar la producción de vehículos clásicos y eléctricos.