Nueva Pescanova acometerá íntegramente en Galicia el proceso de renovación parcial de su flota pesquera con la construcción de siete buques entre Vigo y Burela. La multinacional ha adjudicado a Armón el, hasta la fecha, mayor pedido de buques de la historia pesquera de Galicia, de 42,5 millones de euros. El astillero, de capital asturiano, ha superado en la puja a Factorías Vulcano, que optaba a hacerse con "al menos uno" de los buques de mayor envergadura. Armón Vigo asumirá la construcción de los tres arrastreros fresqueros para Namibia, así como la de uno de los cuatro marisqueros para Pescamar, de Mozambique; los tres restantes se harán en las gradas que la compañía tiene en Burela. El anuncio cogió por sorpresa a la industria auxiliar, que desconoce qué empresas proveerán al buque del equipamiento de cubierta, parque de pesca, habilitación o equipos de propulsión. "De momento lo que se ha firmado es un precontrato", dicen fuentes conocedoras de la operación, que se cerrará todavía "en semanas". Los barcos se empezarán a construir a partir de enero y darán empleo, según la empresa, a 200 personas.

Los de Namibia serán arrastreros de 50 metros de eslora, como avanzó FARO, y proveerán de materia prima la factoría de Lüderitz. Al contrario que la de Walvis Bay, que opera con producto congelado, ésta prepara, corta y envasa la merluza de los fresqueros que operan en aguas nacionales y que acuden a puerto "con mucha frecuencia". Los buques tendrán 11 metros de manga, costarán 10 millones cada uno y serán para las armadoras Novanam y Lalandii, integradas dentro de Novanam Limited. En este país el grupo opera con 14 buques. La compañía no concretó la capacidad de los pesqueros, que en todo caso serán similares al Kainab, de 45 metros y construido por Construcciones Navales Paulino Freire en 1985. La maquinaria de cubierta será eléctrica (hidráulica; la propulsión, de 2.000 cv.

Los de Mozambique serán marisqueros congeladores de 32 metros de eslora y 8,5 de manga, con capacidad para el ultracongelado de langostino salvaje y maquinaria hidráulica de cubierta. En este país Pescanova tiene una de las flotas más envejecidas (la media roza los 40 años) y numerosas (32 buques), aunque sus capturas no superan las 3.000 toneladas anuales. Además, el tirón del gambón argentino y el langostino vannamei (acuicultura) ha restado músculo a este producto, que se empaqueta listo para su comercialización. La tendencia en Argentina es la contraria: procesar en tierra para aportar valor añadido a los langostinos, en línea con la apuesta de gobiernos provinciales como el de Chubut. De hecho, y como publicó FARO, Pescanova adquirió unos terrenos en Rawson con el objetivo de construir una factoría de procesado y un muelle adyacente. Los de Mozambique no serán los únicos marisqueros que Armón haya construido para Pescanova; dos de los que envió a Austral Fisheries se hicieron en Navia en 1983.

Al contrario que Pereira, que echó mano de la prestigiosa Skipsteknisk para el diseño del arrastrero que construye en Nodosa, Pescanova ha confiado en Armón para el diseño de los buques, indicaron fuentes de la industria. Desde la multinacional precisaron que en el proyecto participaron 40 personas, "desde la dirección Técnica y dirección de Operaciones hasta jefes de flota, inspectores" o capitanes. El contrato de construcción todavía no se ha firmado al estar pendiente de la financiación. Agentes del sector explicaron que "es posible" que el contrato pueda utilizar el nuevo tax lease al tratarse de una única adjudicación. El último buque en entregarse llegará en 2020, para cuando la pesquera estará ya en manos de otros accionistas tras la salida de la banca acreedora del capital (prevista para 2019). La edad media de los 72 barcos del grupo es de 35 años; no encargaba uno desde 1987, cuando recibió el Sil.