Otro de los avances que pretende introducir Opel para relanzar su negocio es el de posicionarse como "líder europeo en términos de emisiones de CO2" gracias a una mayor penetración de su segmento de vehículos eléctricos. La firma prevé que para el año 2020 sean ya cuatro los modelos que tengan disponible su réplica verde. Entre ellos se incluirán las próximas generaciones de Corsa y Grandland X, que se ensamblarán en las factorías de Figueruelas (Zaragoza) y en la gala de Sochaux, respectivamente.

Para ello instalará las dos plataformas de PSA (CMP y EMP2) en las factorías de Opel, lo que permitirá que todo el Polo Ibérico esté en condiciones de sacar al mercado vehículos eléctricos. La intención es redoblar su esfuerzo en este apartado y que para el año 2024 todos los vehículos de su catálogo estén disponibles también en su versión con propulsor eléctrico, algo que supera incluso las propias aspiraciones de PSA, que en marzo preveía que el 80% de su gama estuviese también en versión híbrida o eléctrica en el año 2023.