Russian Fishery es la armadora que ha confiado a Metalships & Docks el proyecto de renovación y ampliación de su flota que le permitirá convertirse en la mayor armadora del mundo de pescado blanco. O esa es su aspiración. El programa del Kremlin promueve la construcción de nuevos barcos a cambio de cuotas adicionales siempre y cuando se hagan en astilleros locales. Russian Fishery ganará en torno a 200.000 toneladas de permisos de pesca y, con las casi 304.000 con las que cerrará el ejercicio en curso, está en disposición de lograr su reto. De lograrlo, esas más de 500.000 toneladas equivaldrían a la mitad de todas las capturas de la flota con bandera española en un año. El primero de sus nuevos megaarrastreros se construirá en Metalships & Docks, único astillero no ruso que, de momento, se ha beneficiado del mayor programa de renovación de flota pesquera del último siglo. El arrastrero tendrá 108,2 metros de eslora y 21 de manga, como avanzó FARO. Después de él se harán seis copias en el astillero Admiralty Shipyards de San Petersburgo, especializado en buques militares y submarinos pero sin experiencia en arrastreros de este tipo. El know-how lo aprenderá del trabajo del constructor naval de Teis.

Por otra parte, Grupo Rodman ha reestructurado el gobierno corporativo de la compañía tras la recompra de la participación que ostentaba China Sonangol. Óscar Rodríguez ha asumido la vicepresidencia primera tanto de Rodman Polyships como de Metalships & Docks, y la exministra Elena Espinosa ha asumido la vicepresidencia segunda en ambas sociedades.