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La lenta recuperación del mercado laboral gallego

El salario medio de los jóvenes gallegoscae a 500 euros brutos, un 12% menos en cuatro años

Entre 2011 y 2015, el sueldo de los gallegos de hasta 29 años cayó un 12% -Hasta los 34 años alcanza apenas los 700 -Un tercio de los empleados no cotiza todo el ejercicio

El salario medio de los jóvenes gallegoscae a 500 euros brutos, un 12% menos en cuatro años

A los más jóvenes les tocó soportar el golpe de la crisis en el mercado laboral por partida doble. No se libraron, como el resto de la sociedad, de la paralización de la oferta, con los agravantes en su caso del pinchazo del ladrillo -un sector que sirvió de refugio a aquellos sin formación durante la etapa de bonanza- y las enormes dificultades para saltar el trampolín desde la etapa educativa a la ocupación. El paro alcanzó niveles realmente vertiginosos en el colectivo. Llegó a superar el 40% a comienzos de 2014 en la comunidad, cuando cerca de 80.000 gallegos de entre 16 y 29 años esperaban un contrato. En el tercer trimestre del actual 2017 se situó en el 25%. La reducción es muy notable, pero aún quita casi 10 puntos a la tasa general de desempleo en la región y la mejora se apoya en la precarización. La inmensa mayoría no logra cotizar todo el año y su salario medio sigue a la baja. Ronda los 8.300 euros brutos, según el balance publicado ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE) a partir de los datos de las vidas laborales, lo que supone unos 530 euros netos al mes repartidos en 14 pagas.

En 2015, el último periodo analizado por el IGE, había unos 130.700 gallegos de hasta 29 años que en algún momento de ese ejercicio estuvieron dados de alta en la Seguridad Social. Son un 3,4% más que en 2014. La subida no compensa el descenso acumulado desde 2011, un 15%, con 23.275 cotizantes menos en esa franja de edad.

Detrás de esta evolución hay razones puramente demográficas, por la ausencia de los nacimientos suficientes para garantizar el relevo generacional. Pero también consecuencias directas de la situación de la economía, que empuja a los jóvenes a emigrar a otras comunidades y países con mejores condiciones laborales. De hecho, los que consiguen trabajar todo el año siguen a la baja -de 75.700 en 2011 a 51.100 en 2015-, mientras aumenta con fuerza los que cotizan solo parte del ejercicio por la temporalidad de sus contratos: 83.500, seis de cada diez del total, después de un incremento en comparación con 2014 del 9%.

Otros 3.000 jóvenes recibían una prestación o subsidio por desempleo y 27.500 combinaban el cobro con un puesto.

Al trabajar menos tiempo, lo lógico es que también su retribución esté disminuyendo. Y así es. El salario medio de los empleados gallegos de entre 16 y 29 años en 2011 alcanzó un bruto anual de 9.463 euros. En 2015 fueron 8.326. Un recorte, por tanto, de unos 1.100 euros por ejercicio, del 12%, según el IGE. Además, la mitad no pasa de 6.531 euros. Es decir, ingresaron como mucho 388 euros mensuales limpios.

Del total de jóvenes que cotizaron en 2015, el 44,9% -cerca de 70.000- obtuvo menos de 6.000 euros brutos. Los que saltaron por encima de los 20.000 euros anuales representaron únicamente el 6,2%.

No están las cosas mucho mejor para los gallegos un poco más mayores. Si ampliamos la franja de edad hasta los 34 años, el salario medio sube hasta los 10.800 euros brutos, unos 700 mensuales. La mitad, sin embargo, se queda por debajo de los 650, como reflejan los cálculos del IGE. El importe dista mucho de cubrir las necesidades básicas de emancipación e impide grandes inversiones, como la compra de una vivienda. De ahí que los economistas adviertan a menudo de que la precarización laboral de los jóvenes impacte de lleno en el recorrido futuro del consumo.

El sueldo de los gallegos que van hasta los 34 años es 4.300 euros más bajo que la media, situada en 16.700. Entre los 35 y los 44 años son 17.450 euros brutos; unos 20.600 euros entre los de 45 a 54; y 22.000 a partir de los 55. Los mayores cobran más y son también más. Su gran peso en la pirámide de ocupados de Galicia tira hacia arriba de la media salarial. Bajando al detalle, resulta que el 39% de los trabajadores de la comunidad no pasa de 1.000 euros brutos al mes. Y dos de cada diez ni siquiera superan los 6.000.

La base de cotización se estanca alrededor de los 1.500 euros. Ocurre como con los salarios. La proliferación de los eventuales impide el despegue de las nóminas. Según el IGE, casi el 35% de los trabajadores gallegos no estuvo afiliado todo el año en 2015.

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