Lo que es bueno para los hipotecados ya no lo es tanto para los ahorradores. La cara y la cruz en este escenario de tipos de interés en mínimos históricos. Los créditos a para la compra de vivienda que se están firmando actualmente en España rondan, de media, el 2,48%, con el 1,81% para el primer ejercicio, según los últimos datos actualizados por el Banco de España, correspondientes a agosto. Es bastante menos de la mitad de lo que la banca aplicaba a principios de 2013, cuando llegaron a rozar el 6%. En ese momento, la remuneración de los depósitos a plazo rondaba el 1,5% para los de un año y el 2,3% para el resto. Ahora se mueven entre el 0,09% y el 0,11%. Esta evidente falta de rentabilidad ha provocado un éxodo masivo desde este tipo de productos. Solo en los últimos doce meses, los ahorradores gallegos retiraron más de 5.600 millones de euros de depósitos a plazo para dejarlos en cuentas corrientes y libretas -no pagan más, pero no está el dinero retenido- o llevarlos a fondos de inversión, con remuneraciones algo más altas.

Aunque todavía no se recuperan los niveles récord del tercer trimestre del pasado 2016, con cerca de 60.600 millones de euros, el ahorro en Galicia vuelve a crecer este año. En junio alcanzó los 60.098 millones, un 0,3% más (305 millones) que en marzo. De ese importe total, las administraciones manejan 2.597 millones, lo que supone un ascenso en su caso del 3,9%. Entre el resto de los llamados sectores residentes, básicamente hogares y empresas, la subida fue del 0,3% y suman 57.501 millones. ¿Cuánto se mantiene en depósitos a plazo? Pues poco más de 19.000 millones de euros. Concretamente, 19.003, como reflejan los balances que acaba de publicar el Banco de España. Representa el 33% de la cifra total que los residentes en Galicia tienen en las entidades financieras.

Un año antes, los depósitos a plazo acaparaban el 43%. Superaron los 24.600 millones de euros. La caída se dispara al 23%. Mientras, el resto de refugios financieros medraron un 18%. Depósitos a vista y las antiguas cuentas corrientes reúnen 38.470 millones en la comunidad. No parece que la situación vaya de momento a contenerse. En los últimos tres meses analizados por el supervisor, la caída de los depósitos a plazo en Galicia alcanza los 1.308 millones, unos 14,4 millones de euros menos cada día.

El descenso de los depósitos a plazo en el conjunto del Estado en el último año es ligeramente superior al registrado en Galicia: un 25,7%. Pasan de 442.857 millones de euros en junio de 2016 a 328.989 millones en este ejercicio. El global del ahorro en el país avanzó un 1,4%. Hay 17.200 millones de euros más que entonces.

La evolución de la cantidad depositada a plazos en la banca española es paralela al comportamiento de los tipos de interés. A finales de 2010, con una retribución del 3,3%, rondaban el 60% del total del ahorro de Galicia.

El impacto de la rebaja de tipos se nota en los rendimientos que los ciudadanos obtienen de sus cuentas en el banco. Hasta ahora, esta era la principal fuente de los hogares para lograr un extra en su presupuesto. Pero los intereses de depósitos y activos financieros en general pasaron ya a la segunda posición, por detrás de los dividendos y el resto de ingresos procedentes de la participación en el capital de empresas. En 2015, según las cifras recopiladas por la Agencia Tributaria, las acciones en compañías aportaron a los gallegos más de 352 millones de euros, tras un ascenso del 14% respecto a la campaña del IRPF del ejercicio anterior. Por las cuentas y depósitos, en cambio, el beneficio bajó un 32%. Se situó en 335 millones de euros frente a los casi 500 millones declarados en 2014. También baja la media de rendimientos por contribuyente en la comunidad: de 719,5 euros a 512.

La alternativa para muchos viene de los fondos de inversión. Acabaron 2016 con 8.850 millones de euros de gallegos, un 3,8% más que en 2015. Galicia, un territorio tradicionalmente conservador en el ahorro, ocupa la octava posición en el reparto patrimonial. Aunque los cambios son claros. Si en 2014 el dinero de gallegos en fondos suponía el 12,8% en comparación con los depósitos, en 2016 sube al 15,5%.