El rápido envejecimiento de la población y las cicatrices de la crisis aumentarán la desigualdad entre los futuros pensionistas. Esta es la principal conclusión del último informe de la Organiación para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que también alerta de las dificultades a las que se enfrentarán las mujeres y los trabajadores menos cualificados para cobrar pensiones decentes en el futuro.

El organismo justifica esta perspectiva por las elevadas tasas de desempleo que todavía persisten en buena parte del globo y los cambios tecnológicos, que hacen que "cada vez sea más difícil lograr carreras laborales completas y con salarios adecuados".

Además, según la OCDE España será en el año 2050 el segundo país más envejecido del club que engloba a las 35 economías más desarrolladas de todo el mundo, solo por detrás de Japón. Si ahora hay 100 personas en edad de trabajar (entre 20 y 64 años) por cada 30 mayores de 65 años, en 2050 cada centenar de cotizantes sostendrá a 76 jubilados.