En tiempos de la URSS la flota pesquera del antiguo bastión comunista llegó a superar los once millones de toneladas de capturas anuales, pero tras la caída del muro esta industria sufrió una crisis descomunal que rebajó esta cifra a poco más de cinco millones de toneladas. El Gobierno de Vladimir Putin considera estratégico este sector y ha programado, a través de la Agencia Rusa de Pesca, un ambicioso plan de renovación pesquera. Se construirán unos 40 arrastreros congeladores en apenas cinco años, aunque las necesidades de nuevos buques se cifran en hasta 400. Y el naval gallego, como ocurrió a finales de los 80, se postula como un gran aliado para el "mayor proyecto de construcción naval del siglo".

Metalships abrió la espita con un megaarrastrero de 110 metros para la armadora Russian Fishery Company (RFC), que hará otros cinco de grandes dimensiones. Porque los buques de la nueva armada de Putin serán, como mínimo, superiores a los 80 metros. Cuanto más se adelanten los astilleros y auxiliares en la negociación de contratos más posibilidades tendrán de hacerse con ellos por dos motivos.

  1. El programa de ayudas públicas, anunciado por el primer ministro, Dimitri Medvédev, en mayo, quiere restringir al máximo la entrada de empresas extranjeras en este macroproyecto. Hasta 2020 las armadoras que reciban apoyo del Estado deberán adjudicar al menos el 30% del valor de los buques a firmas rusas. Este porcentaje subirá al 40% a partir de esa fecha.
  2. El naval ruso no tiene el know-how que sí posee el de Galicia. "Una vez que exporten el conocimiento y la tecnología estarán en mejor disposición de asumir ellos todo el plan"

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Además de Metalships & Docks, una auxiliar de Vigo ha enviado ya equipamiento de cubierta al astillero Viborg (representa el 70% de la construcción naval rusa) para uno de estos arrastreros, y fletará el resto de la mercancía a finales de mes. Otras firmas auxiliares, sobre todo tecnológicas, han iniciado contactos con empresas de San Petersburgo, Kaliningrado y Múrmansk.

"España, como uno de los líderes mundiales en la construcción de buques pesqueros, cuenta con sobrada experiencia y prestigio internacional para hacer frente a este interesante reto", defienden desde Pymar, que considera "previsible" que el naval gallego pesque .

Hace casi tres décadas Factorías Vulcano y Naval Gijón consiguieron hacerse (a comienzos de 1989) con el pedido para construir quince arrastreros-factoría de 105 metros de eslora valorados en 70.000 millones de pesetas (casi 421 millones de euros) por encargo del entonces Ministerio de Pesquerías Soviético. Vulcano fabricó ocho, y Naval Gijón, los siete restantes.