Richard H. Thaler, profesor de la Universidad de Chicago (EEUU), fue premiado ayer con el Nobel de Economía por una carrera dedicada a estudiar la psicología del ser humano que se esconde tras la toma de decisiones económicas. De 72 años, su nombre llegó al gran público con el libro Nudge: improving Decisions About Health, Wealth, and Happiness, que escribió con el jurista Cass R. Sunstein y que, en el mundo de las finanzas, se convirtió en un bestseller en EEUU con sus teorías para mejorar la toma de decisiones en temas relacionados con la salud, el dinero y la felicidad.

La obra, que recibió excelentes críticas, da cuenta de cómo las personas actúan a veces de forma irracional, también al tomar decisiones de carácter económico, y explica a las instituciones cómo pueden influir en la toma de decisiones para favorecer el bien común.

El economista nació en East Orange, Nueva Jersey (EEUU) y se graduó en 1967 en la Universidad Case Western Reserve, para doctorarse en 1974 en la de Rochester con el estudio titulado "El valor de salvar una vida: una estimación de mercado".

Tras enseñar varios años en esa universidad, pasó a la de Cornell y ejerció como profesor visitante en la de British Columbia, en la Escuela de Gestión de Sloan del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y en otros centros de educación superior, antes de aterrizar en 1995 en la Universidad de Chicago.

Thaler, que fue consejero del presidente estadounidense Barack Obama, dirige en estos momentos el Centro de Investigación de las Decisiones del Booth School of Business de la Universidad de Chicago y es codirector, junto a Robert Shiller, del Proyecto de Economía Conductual de la Oficina Nacional de Investigación Económica. Como destaca su biografía en la Universidad de Chicago, su trabajo cuestiona que todo el mundo actúe en economía de forma exclusivamente racional y egoísta. Thaler juega con la idea, cogida de la psicología, de que algunos agentes de la economía actúan, ocasionalmente, "como humanos", señala con ironía su biografía.

El galardonado aparece en La gran apuesta, la aclamada película de 2015 con Christian Bale y Ryan Gosling como protagonistas, explicando la facilidad con la que los productos tóxicos corrieron por el sector financiero antes del crash de 2008.