La alianza de más de dos décadas de historia entre Volkswagen y Skoda, que fue comprada en 1990, atraviesa uno de sus momentos más difíciles. Según publica la agencia Reuters, la rivalidad entre las dos marcas se ha agudizado en los últimos tiempos por lo que la cúpula de Volkswagen calificaría de "ventajas desleales" y por las que estaría considerando retirar parte de su producción del país checo.

La causa del conflicto se compone de dos partes. Por un lado, el cuadro directivo de la marca alemana se queja de que la enseña checa logra una mayor rentabilidad a su costa, al considerar que esta la logra, además de por sus menores costes laborales, por nutrirse de la tecnología de Volkswagen.

Por otro lado, los sindicatos de Volkswagen proponen cortar los recortes de empleo que viven las factorías alemanas de Volkswagen trasladando parte de la producción de Skoda al país teutón o elevar el coste de acceso ( royalties) a la tecnología de Volkswagen.

La guerra abierta dentro del grupo ha llegado hasta tal punto de que el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, ha anunciado que iniciará una ronda de diálogos para "asegurar que la producción no abandonará el país", en el que supone un 7,4% del PIB y algo más de una cuarta parte de la producción manufacturera.