Mientras en las redes desgrana poco a poco la que es su primera campaña de imagen de marca de la última de la década, con los actores Inma Cuesta y Luis Tosar jugando con la simbología de los selfies, Adolfo Domínguez lleva los aires de cambio hasta la cúpula. La compañía tiene un nuevo número dos. Antonio Puente, hasta ahora responsable de Control de Gestión, es el nuevo director de Operaciones (COO), encargado de "supervisar y coordinar" al también nuevo comité de dirección. Es un hombre de la casa, que pasó ya por el área financiera del negocio en Japón, lo que supone dar así el portazo definitivo a los fallidos fichajes de los últimos años -como el de Costas Antimissaris o Estalisnao Carpio-, a los que el fundador responsabilizó de la dura crisis que atraviesa la firma, en pérdidas durante los últimos cinco años. De ahí que el grupo valore además la especialización de Puente en finanzas.

Su designación permite "acelerar" el "proceso de renovación" que inició Adolfo Domínguez con la incorporación de la hija del diseñador, Adriana Domínguez, como primera ejecutiva desde julio del pasado año. El comité de dirección se refuerza. Pasa a tener 12 cargos. Además del COO "para dotar a la empresa de una mejor coordinación, modernizar la gestión y reposicionar la marca", se incorporan Pablo Aranda Riveiro, director de E-commerce, en un intento claro de potenciar las ventas online de la textil ourensana; Mario Ávila Molina, director de comunicación; y María Pérez Mantecón, que sustituye a Antonio Puente en Control de Gestión. "Los tres profesionales aúnan un largo recorrido en el sector y experiencia en la compañía", destaca Adolfo Domínguez en la comunicación del anuncio de los nombramientos. "El nuevo equipo -añade- está introduciendo importantes cambios en la estrategia de las empresa para mejorar la organización, productos, modelo de tiendas, rentabilidad de las ventas y comunicación de la marca".

En su último ejercicio fiscal, hasta el pasado mes de febrero, el grupo perdió 22,7 millones de euros, frente a los 7,9 millones de beneficio del año anterior gracias a los ingresos ordinarios obtenidos por la venta de inmuebles, por encima de los 42 millones de euros. La ventas crecieron un 4,3%, hasta 110 millones de euros.

En los tres meses siguientes, entre marzo y mayo de este 2017, ese aumento de la facturación se cuadriplica: avanzan a un ritmo del 17%. Hay, según Adolfo Domínguez, una "notable mejora" también de su rentabilidad. La plantilla en este momento ronda los 1.405 trabajadores y la red suma 505 tiendas en 30 países.