Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Wärtsilä, condenada a pagar 2,7 millones a Vulcano al retrasar la entrega del "Vicuña"

La Audiencia Provincial sentencia que la auxiliar demoró la construcción del quimiquero 44 semanas en el año 2007 -El astillero vigués solicitaba una indemnización de 6,4 millones

El quimiquero "Vicuña", durante las maniobras de su botadura en 2007. // Marcos Canosa

La sección sexta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a la auxiliar del naval Wärtsilä a indemnizar con 2,7 millones de euros a Factorías Vulcano por el perjuicio económico que causó la primera al astillero durante el proceso de construcción del quimiquero Vicuña, un litigio que nació en 2005 y que provocó un retraso de 44 semanas en la entrega del buque. En la sentencia se considera probado que la compañía finlandesa demoró de forma injustificada la entrega de la documentación técnica para la instalación de los motores y que éstos sufrieron distintos fallos técnicos. El astillero reclamaba 6,4 millones de indemnización, de modo que el fallo solo ha estimado en parte las pretensiones de la firma naval. La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso de casación.

El contrato de Vulcano entró en vigor en marzo de 2005 con un periodo de ejecución de 24 meses, con lo que el barco tenía que haber sido entregado en julio de 2007 a la armadora, la chilena Ultragas. Pero el quimiquero no partió de Vigo hasta mayo de 2008. "Para tratar de minimizar las consecuencias de los retrasos se vio obligada [por Vulcano] a adoptar una serie de medidas extraordinarias que incrementaron los costes", como turnos de noche o en fines de semana para acelerar las tareas de construcción. Wärtsilä Ibérica (filial española del grupo finlandés) sostuvo que las dilaciones se debieron a las decisiones de Vulcano. "El retraso en la entrega es un hecho aceptado por ambas partes, que se imputan recíprocamente la causa", expone el fallo.

De inicio el barco iba a estar dotado de un motor de cuatro tiempos, pero la armadora optó por adquirir uno de dos (de mayor tamaño). Este hecho complicó las tareas de construcción al requerir una adaptación de las cámaras pero, a juicio de uno de los peritos que participó en el juicio, no explica los problemas que surgieron después. "Un retraso significativo en la recepción de la documentación técnica incide directamente en el retraso para la realización de los trabajos", argumentó el perito, explicación que dio por bueno el tribunal. Una sala que, por cierto, valoró la experiencia de Vulcano en la construcción de "varios buques quimiqueros" , con los que nunca se retrasó. "La demandada [por Wärtsilä] se comprometió a entregar todas las informaciones técnicas" en seis semanas, pero "hasta agosto de 2006 no cumplió el compromiso pactado, lo cual significa un retraso global teórico de unos nueve meses y medio".

Una vez realizada la instalación del motor se advirtió, durante las pruebas previas al arranque, que las hélices de propulsión "quedaban paralizadas", defecto que admitió Wärtsilä en el juicio, aunque no aceptó la indemnización que solicitaba Vulcano por esta causa. También se produjeron fallos como los gases de exhaustación del motor, que en este caso se atribuyen también al astillero. El retraso en la construcción del Vicuña causó un sobrecoste en el pago de las tasas a la Autoridad Portuaria de Vigo, en materia de seguridad y gastos corrientes o con el armador. Por el retraso en la entrega de la documentación la indemnización correspondiente es de 1,6 millones, por otros 1,1 millones atribuibles a distintos fallos técnicos.

Compartir el artículo

stats