La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez planteó ayer a sindicatos y patronal una reducción de las modalidades de contratación de cuatro a tres y vincular la carga de las cotizaciones sociales que acarrean las empresas a las condiciones del trabajo que generan, con el objetivo de atacar el avance de la temporalidad, cuya tasa en Galicia ya escala al 27,2%, cuatro décimas más que en el resto del país.

Báñez propone simplificar la contratación laboral, reduciendo a tres las modalidades (indefinido, temporal con indemnización creciente y formación) y establecer un sistema de bonus-malus, que premie con un nuevo incentivo a aquellas compañías que tengan un porcentaje mayor de contratos fijos en comparación con otras de su mismo sector.

Por el contrario, aquellas con una elevada rotación laboral y una tasa de temporalidad superior a la de sus competidoras, verán incrementadas las cotizaciones sociales por desempleo desde el 8,3% que, en total, abonan empresa y trabajador en aquellos contratos de duración determinada.

La ministra de Empleo reconoció que estas dos medidas están recogidas en el acuerdo de investidura suscrito entre el Partido Popular y Ciudadanos, pero que, no obstante, se encuentra "abierto" a mejoras. Así lo afirmó tras la reunión que mantuvo con los secretarios generales de CC OO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, y con los presidentes de CEOE y Cepyme, Juan Rosell y Antonio Garamendi, en las que también se abordó la posibilidad de reforzar las inspecciones laborales para detectar posibles fraudes, así como para acordar la subida del salario mínimo de cara al año 2018.

Sordo expresó la voluntad de su sindicato para llegar a acuerdos, mientras que Álvarez se mostró "más optimista que hace seis meses". Por su parte, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, se mostró partidario de avanzar en la simplificación del número de contratos, pero criticó nuevas alzas de las cotizaciones sociales, ya que, como afirma, son de las más elevadas entre los grandes países de la UE.