Podría ser Neptunus (dios del mar en la mitología romana), o Zostera (familia de plantas acuáticas), o Victoria... Hay casi una treintena de posibilidades para bautizar el oceanográfico encargado por la universidad sueca Swedish University of Agricultural Sciences (SLU) que entregará Armón Vigo en 2019. La institución académica ha decidido hacer partícipe al público a través de su web de la elección del nombre del barco, "uno de los más modernos del mundo" para la investigación marina y el monitoreo medioambiental. La intención de la SLU es de hacer público el resultado el 27 de septiembre, cuando la universidad cumple 40 años de vida. "Se recibieron más de 1.000 propuestas inicialmente, pero se descartaron" al no contar con el plácet de las autoridades o resultar "directamente inapropiadas". También es finalista Ägir (rey de los mares en la mitología nórdica), Hefring (una de sus nueve hijas, doncellas de las olas) o Áhkká (macizo montañoso del norte del país).

El corte de chapa se inició el 20 de junio, como ha ilustrado la universidad en un portal que ha creado específicamente para hacer seguimiento de los progresos del buque, que tendrá 69,5 metros de eslora, 16 metros de manga y 5,4 de calado. La construcción del buque en Armón Vigo es un hito para todo el país, que no cuenta con ningún oceanográfico desde 2011, cuando dio de baja el RV Argos, de 61 metros y construido en 1974. A día de hoy la SLU realiza sus investigaciones, con Agencia de Meteorología e Hidrología estatal (Swedish Meteorological and Hydrological Institute, SMHI), gracias a barcos de alquiler. Pagará por él más de 38 millones de euros. El proceso de construcción está siendo supervisado por personal de la universidad sueca, que ha instalado una oficina en Vigo. Aunque el oceanográfico está culminado en 2018 la SLU prevé asignarle sus primeras tareas en 2019, con el estudio sobre la población de peces en el Mar Báltico, Kattegatt y Skagerrak.

El de Swedish University of Agricultural Sciences arrancó su construcción en paralelo al oceanográfico del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) de Argentina, que se entregó la semana pasada. Este último se bautizó como Víctor Angelescu después de otra votación popular en las que el nombre del científico ganó a propuestas como Islas Malvinas o Malvinas Argentinas. Los argentinos no olvidan la disputa con Reino Unido por la propiedad de las islas. Entre los candidatos en Suecia no hay nombres para la polémica. Al menos después de la criba.