El grupo vigués Viza, fabricante de armaduras de asientos y el mayor proveedor de automoción de capital 100% gallego, ha abierto una segunda planta en Marruecos para atender nuevos pedidos de las multinacionales Renault-Nissan y Volkswagen AG, según confirmaron a FARO fuentes de la empresa. La nueva factoría, ubicada también en la zona franca de Tánger, ocupa unos 12.000 metros cuadrados cubiertos sobre una parcela de 28.000, y ha permitido elevar la plantilla de la firma olívica en el país hasta los 360 trabajadores. Viza cuenta en la actualidad con cuatro centros de producción en República Checa, México y Marruecos, que ya representan el 55% de las ventas totales del consorcio, que el año pasado ascendieron a 112 millones de euros.
El crecimiento de Renault en Tánger y los nuevos proyectos de Volkswagen en Europa han sido los detonantes de esta nueva apertura de Viza en Marruecos, país en el que ya está presente desde mediados de 2011 para proveer armaduras al grupo automovilístico francés y a su alianza con Nissan. La planta está situada en el mismo parque empresarial de la zona franca de Tánger (en Melloussa), aunque en una parcela diferente de 28.000 metros cuadrados, de los que ocupa 12.000. Se trata además de la segunda fábrica construida por el grupo vigués en menos de un año, junto con la de Huejotzingo, en México, que ha arrancado recientemente con las preseries de armaduras de asientos para varios modelos que el gigante alemán Volkswagen fabricará en el país azteca, como avanzó este periódico.
"La actividad exterior sigue creciendo, nuestras plantas exteriores facturaron en 2016 el 55% de las ventas del grupo", señala Antonio Vega, director general de Viza. El proveedor vigués, que el año pasado facturó un total de 112 millones de euros, prevé alcanzar en 2017 un volumen de negocio de 120 millones con la entrada de nuevos pedidos. El consorcio vigués contaba al cierre de 2016 con una plantilla de 1.078 trabajadores, de los cuales 498 están en la central de Porriño (unos 150 entre personal de estructura y de gestión de la multinacional y el resto, en la planta), 218 en Pilsen (República Checa) y 362 en Tánger, que ya es el segundo país en volumen de empleo para Viza Automoción.
La internacionalización de Viza arrancó en 2003 con la planta de Pilsen, para proveer en origen a la multinacional automovilística francesa Grupo PSA, aunque en la actualidad trabaja para varias marcas del grupo Volkswagen, Renault y algunos grupos japoneses. Tras la República Checa, Viza se asentó en Tánger en 2011 tras la estela de la megaplanta de Renault (que fabrica también varios modelos de Dacia), de la que es proveedor exclusivo de armaduras de asientos. Y este año le ha tocado el turno a México (en Huejotzingo, en el Estado de Puebla), para proveer a Volkswagen AG, y de nuevo a Tánger, también para Renault y Volkswagen.
Porriño
En Porriño, Viza provee para la mayoría de modelos del centro de Vigo del Grupo PSA, el centro portugués de Autoeuropa (Volkswagen) en Palmela (Setúbal) y la planta vitoriana de Mercedes. El proveedor vigués fabricará también armaduras de asientos para la próxima generación de vehículos comerciales ligeros de PSA-Vigo (proyecto K9), a través de Lear Corporation (antes la división de asientos de Grupo Antolín), aunque ha perdido el contrato del lote completo de armaduras para el futuro todocamino vigués, el V20, que ha ido a parar a manos de la compañía germana Eberspächer, que acaba de implantarse en Portugal.
La empresa confía en su plan de competitividad frente a Portugal
- La pérdida del todocamino V20 (un SUV compacto de Peugeot que el Grupo PSA lanzará en Vigo en 2020) ha supuesto un mazazo para la factoría de Porriño de Viza, que sufrirá una "caída relevante" de la actividad ya a partir del próximo 2018. "En Porriño estamos sufriendo con toda crudeza la competencia de plantas que se han instalado en Portugal", reconoce el director general de Viza, Antonio Vega, en alusión a los centros de armaduras de Faurecia, Eberspächer y la propia Lear en Valença. "Somos una empresa gallega, con raíces gallegas, de más de 50 años, y con capital 100% gallego y con nuestra planta principal en Galicia. Así deseamos que siga siendo y para ello hemos ideado un plan de competitividad que intenta reducir las diferencias de coste por todos los medios, intentando preservar los salarios lo más posible", explica. "Por el momento no hemos tenido la receptividad esperada con nuestros sindicatos, ni tampoco el apoyo de otros agentes sociales, para preservar empleo industrial de primer nivel en Galicia, pero continuaremos perseverando con la convicción de que no hay otra forma de asegurar el empleo en Galicia, a unos años vista", apunta. Sobre la posibilidad de establecerse también en Portugal, Vega reconoce que "por supuesto hemos hecho estudios y análisis en el pasado". "Nuestra conclusión es que la implementación del plan de competitividad permitirá en gran medida paliar los efectos de las diferencias salariales que tenemos con Portugal", concluye.
