El Grupo Rodman vuelve a ser 100% gallego. El consorcio industrial presidido por Manuel Rodríguez ha recomprado el 60% de las acciones que la sociedad CS Europe Investment, filial de la multinacional China Sonangol International (con sede social en Singapur), mantenía en el astillero de Teis MetalShips & Docks, según ha podido saber FARO en fuentes del sector. La operación, cerrada el pasado jueves, supone la salida de China Sonangol de Rodman tras más de dos años en el accionariado de varias de las compañías del grupo.
De ese 60% de la filial de acero de Rodman en manos de China Sonangol, el 40% ha sido comprado por la sociedad patrimonial de la familia Rodríguez (Abada), mientras que el 20% restante lo adquirió el propio astillero (MetalShips) para autocartera, según indicaron las mismas fuentes. La compra se cerró en una notaría de Vigo el pasado jueves. China Sonangol International, que irrumpió de forma oficial en Rodman en mayo de 2015 tras el encargo previo de 50 embarcaciones de poliéster reforzado con fibra de vidrio (40 patrulleras de alta velocidad y 10 catamaranes de pasaje), sale así definitivamente del consorcio vigués de astilleros.
Participación
China Sonangol había adquirido en 2015 y en diferentes etapas el 60% de MetalShips y de la planta de Valença de Rodman (Lusitania) y la plataforma logística en desarrollo Quinta Suevia (de 500.000 metros cuadrados), también en este municipio portugués. En julio del año pasado, Rodman recompró ya los activos en suelo luso para reforzar el negocio de la filial Rodman Polyships (en la que nunca tomó participación China Sonangol), y esta semana hizo lo mismo con MetalShips, filial de acero de Rodman.
Desde el sector, la operación ha sido vista como positiva ya que el grupo vuelve a estar en manos gallegas con una dilatada experiencia en la construcción naval, lo que repercutirá en una mayor tranquilidad tanto para posibles armadores como los bancos acreedores. MetalShips & Docks tiene en la actualidad en cartera un arrastrero de 79 metros de eslora y más de 50 millones de euros para una importante armadora groenlandesa, del que ya se construyó la mitad del casco del buque, y que garantiza una carga de trabajo para unos dos años.
En poliéster (Polyships), la factoría de Meira (Moaña) trabaja en la actualidad en varios pedidos, entre catamaranes y patrulleras de alta velocidad de diferentes esloras y armadores como el Sultanato de Omán, como adelantó este diario.
