La reforma laboral francesa del socio-liberal Emmanuel Macron dará mayor flexibilidad a las empresas para que puedan adaptarse más rápido (caso de la remuneración y horas de trabajo) a las condiciones cambiantes del mercado mediante un acuerdo mayoritario con sus trabajadores, al margen de los convenios sectoriales, pero penalizará los despidos injustificados e incrementará la indemnización del 20% del salario por año trabajado hasta el 25%.

El Gobierno dijo que, aunque la regulación laboral no es la principal causa del paro, la reforma es "ambicioso" y "eficaz" y pretende atraer inversores y reducir el paro (ahora en el 10%) en un plazo de 18 a 24 meses. Los sindicatos consideran esta reforma laboral como "decepcionante" y han anunciado protestas.