Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, el banco central estadounidense, lanzó ayer en Jackson Hole una advertencia implícita al presidente de EE UU, Donald Trump, al proclamar que el sistema financiero de EE UU es "sustancialmente más seguro" gracias al fortalecimiento de la regulación que se hizo en los últimos años y advirtió del riesgo de olvidar "la lección" de la aguda crisis de 2008 y 2009. El republicano Donald Trump ha hecho bandera de la desregulación bancaria y de su promesa de desmantelar la ley Dodd-Frank, aprobada en 2010, que pretende evitar quiebras como la de Lehman Brothers.

Yellen, cuyo mandato vence el 3 de febrero, y cuya renovación por Trump está en duda, proclamó en la cumbre de banqueros centrales en las montañas de Wyoming que cualquier ajuste de este marco regulatorio "debería ser modesto" para no facilitar nuevas crisis financieras como las vividas. "Gracias a las reformas que fortalecieron nuestro sistema financiero, y con apoyo de la política monetario, el crédito está disponible en buenas condiciones y los préstamos han avanzado en líneas generales con la actividad económica reciente, contribuyendo a la fuerte economía de hoy", dijo Yellen. La presidenta de la Fed alegó que si se mantiene "esta lección" en la memoria, hay "razones para creer que el sistema financiero experimentará menos crisis".

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, también se distanció de Trump: "El proteccionismo", dijo, "supondría un riesgo serio para el crecimiento continuado de la productividad". La ausencia de menciones a posibles cambios en las políticas monetarias de la Fed y el BCE apreció el euro hasta los 1,884 dólares, el máximo en dos años y medio.