El escándalo del software ilegal que instaló Volkswagen en algunos de sus vehículos diésel y las prohibiciones y restricciones al tráfico anunciados por algunas ciudades europeas han motivado un cambio de tendencia hacia una "gasolinización" del mercado, que cada vez cuenta con una cuota mayor de vehículos eléctricos e híbridos, aunque todavía en niveles discretos.

El pasado mes de junio, la cuota de ventas de coches de gasolina superó, por primera vez en décadas, a la de los coches diésel. Una situación que se repitió el mes siguiente, con un 47,5% de gasolina, un 47,3% de diésel y un 5,2% de vehículos eléctricos e híbridos, según la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).