La explotación de la mayor reserva de litio de toda Europa, recurso vital para la creación de baterías de coches eléctricos, llega a los tribunales. El proyecto Sepeda, en el norte de Portugal, ha llevado a la firma Novo Lítio -antes Dakota Minerals- a denunciar ante la justicia a la lusa Lusorecursos al entender que ha incumplido el contrato por el que la segunda debería haber vendido sus licencias de explotación en el país vecino, una de ellas a tan solo 20 kilómetros de Ourense. El proyecto en el que prevén invertir 370 millones de euros y crear 200 empleos queda así en el aire por lo menos para los próximos tres meses, que son los que la empresa autral ha fijado para tener una respuesta por parte de la justicia.
En una comunicación enviada a la entidad gestora de la bolsa del país oceánico, Novo Lítio explica que ha comenzado "los procedimientos legales" contra Lusorecursos alegando que ésta no ha realizado la transmisión de las licencias de explotación que tiene concedidas a los australianos como acordaron y que tampoco llevó a cabo los esfuerzos ante el Gobierno para hacerlas efectivas. "Hasta la fecha las conversaciones con Lusorecursos para completar la venta de las licencias no alcanzaron un resultado satisfactorio", indica la empresa.
El acuerdo entre ambas compañías fue conocido el 1 de junio del año pasado. En aquel momento la entonces llamada Dakota Minerals anunció haber llegado a un acuerdo vinculante para la compra del 100% de los derechos de prospección de litio que poseía Lusorecursos desde 2012 en las zonas norteñas de Serra de Arga, Barroso-Alvão y Almendra-Barca d'Alva.
Tal y como publica el medio luso Jornal de Negócios, el acuerdo incluía el pago por parte de los australianos a Lusorecursos de 10.000 euros, a lo que se seguiría el pago de otros 10.000 y 63.000 euros con la concesión de los derechos de exploración experimental en tres areas de Serra de Arga y Barroso-Alvão.
A esto se sumarían un millón de euros en función de los recursos de litio encontrados, que tal y como publicó FARO el pasado junio, tendrían la pureza suficiente para hacer baterías.
Es precisamente en este último punto en el que puede residir el problema que ha llevado a las dos compañías ante la justicia. Y es que este material se erige como la "gasolina" del futuro al formar parte indispensable en la construcción de las baterías. Con las principales firmas automovilísticas investigando en coches eléctricos, un recurso como el litio torna en vital para el sector. A esto cabe sumar la posible implantación de una fábrica de baterías de Tesla en Europa, por la que pujan fuertemente tanto Galicia como Portugal, además de otros países.
Supensión de cotización
La empresa confía "en su posición y en la capacidad de hacer valer sus derechos sobre la zona". Por eso ha continuado trabajando en el área de perforación para comprobar los resultados. Sin embargo, esta dilación a la hora de hacerse efectivo el traspaso de las licencias llevó a Novo Lítio -nuevo nombre adquirido para mostrar su compromiso con el país vecino- a suspender voluntariamente su cotización en bolsa hasta cuatro veces durante más de un mes, entre el 22 de junio y finales de julio.
La intención de la empresa austral era la de iniciar la explotación comercial del proyecto Sepeda en 2019, para lo que invertiría al menos 370 millones de euros y crearía 200 puestos de trabajo a través de la creación de una planta en el en el distrito de Vila Real, tal y como explicó a comienzos de año el consejero delegado de la firma australiana, David Frances.
La compañía, que también cuenta también con explotaciones de litio en Suecia, informó a finales del pasado mes de que habían llegado a los resultados más altos en sus pesquisas en el norte luso. Además, esperan poder continuará el próximo mes con el procesamiento en la planta piloto, utilizando material de perforación de diamante.
