El perfil del autónomo ha evolucionado desde el inicio de la crisis en 2008 hacia un emprendedor cada vez mayor, con protagonismo absoluto de los mayores de 40 años, y más centrado en actividades profesionales, como administrativas, sanitarias y científicas.

Los datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social -que se centran en los autónomos que realizan su actividad de manera individual sin pertenecer a ninguna sociedad- revelan que los trabajadores por cuenta propia son cada vez mayores.

En 2008, el 66% de los autónomos superaba los 40 años, una edad que en 2017 alcanza el 71,6% de los autoempleados. El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, atribuye este "envejecimiento" a la crisis, que expulsó del mercado laboral a muchos empleados mayores mayores de 40 años.