Unos 40 trabajadores de Eulen en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat están actualmente de baja médica, unas ausencias que neutralizarían el refuerzo de 60 efectivos que la compañía destinó para minimizar las colas de los últimos días.

Estas bajas, en cualquier caso, no se han producido en bloque, como en un primer momento han apuntado las fuentes informantes, sino que es el acumulado de los últimos meses.

El 31 de julio, fecha en la que aproximadamente se inició el conflicto laboral en El Prat, estaban de baja 30 trabajadores, mientras que actualmente la cifra asciende a 40.

Fuentes del comité de empresa han admitido a Efe que la cifra total de trabajadores de baja roza la cuarentena, pero han subrayado que no es ninguna estrategia de presión en plena negociación por una mejora de las condiciones laborales y salariales.

La plantilla, de unos 360 empleados, se encuentra inmersa en un conflicto laboral con la empresa, a quien reclama una subida salarial de hasta 350 euros por trabajador, además de un refuerzo de personal.

Tras cuatro sesiones maratonianas de mediación con la Generalitat, Eulen aceptó ayer la propuesta del Gobierno catalán, que consiste en subir hasta 200 los sueldos y sumar un quinto vigilante a cada filtro de seguridad.

Mañana, la asamblea de trabajadores debe decidir si se adhiere o no a esta propuesta mientras siguen las colas en las dos terminales del Prat.

Hoy ha habido dos nuevas puntas, a primera hora y a media mañana, en las que los pasajeros han tenido que esperar hasta una hora para pasar el arco de seguridad.

Esta situación, que ha desembocado en colas en las mismas franjas horarias, independientemente de si hay una convocatoria oficial de huelga o no -hoy no la había- está indignando a muchos pasajeros.

La nueva convocatoria oficial de huelga es el próximo viernes, día 11, cuando hay programados cuatro paros parciales de una hora y, a partir del lunes, la plantilla amenaza con hacer huelga indefinida de 24 horas.

Eulen ganó el concurso de Aena para gestionar los controles de seguridad, que son los primeros filtros que encuentran los pasajeros al llegar antes de acceder a la zona de embarque, con una dotación de más de 23 millones de euros, y este verano recibió 450.000 euros extra para garantizar el servicio en la campaña de verano.