El beneficio del grupo bancario CaixaBank aumentó un 31,6% en el primer semestre del año, hasta los 839 millones de euros, impulsado por la integración en febrero del banco portugués BPI -que contribuyó con 77 millones a este resultado- y la mejora de los ingresos financieros. La entidad catalana obtuvo hasta junio un margen bruto de 4.280 millones, un 5,7% más que en el mismo periodo de 2016, gracias a la consolidación de BPI y a la mayor generación de ingresos básicos del negocio bancario, como las comisiones, que crecieron casi un 24%, hasta 1.252 millones, o el margen de intereses, que alcanzó los 2.349 millones, un aumento del 15% pese al contexto de intereses en mínimos.

El consejero delegado, Gonzalo Gortázar, apuntó que es "un gran acierto" incentivar las hipotecas a tipo fijo en España y aplaudió que la nueva ley de crédito hipotecario abarate los costes de cambiar una hipoteca de tipo variable a fijo. Gortázar aseguró también que la entidad catalana se vio beneficiada por la crisis del Banco Popular y captó parte de sus clientes, algo que atribuyó a que tiene la mayor cuota de mercado, una cuarta parte de los clientes y las nóminas en España. "Lógicamente, si hay una entidad que tiene salidas, como principal banco minorista, somos uno de los beneficiados", sostuvo, aunque no quiso detallar qué cantidad de clientes captó del Popular.