El exgobernador del Banco de España y director gerente del Banco de Pagos Internacional (BIS, por sus siglas en inglés), Jaime Caruana, rebajó ayer la responsabilidad del Banco de España en la quiebra de las cajas de ahorros y destacó que la institución "hizo lo que podía hacer con la normativa existente". Caruana resaltó que la gestión de las cajas fue "deficiente", aunque algunas se gestionaron bien. La gestión de estas entidades, señaló el exgobernador, dependían "de las respectivas Comunidades Autónomas", y aseguró que el Banco de España "hizo lo que podía hacer con la normativa existente".

"No teníamos los instrumentos, eso es un hecho. La contabilidad tiene un límite y la estiramos al máximo. El Banco de España hizo con sus instrumentos lo máximo que pudo hacer", defendió quien fuera gobernador de la institución entre los años 2000 y 2006 durante su intervención en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, la quiebra de las cajas y el rescate bancario.

Según Caruana, la institución "ayudó a reducir el impacto de la crisis" financiera, pero es "obvio" que "no ayudó a evitar la crisis" y que esta tuvo "costes elevados", aunque apuntó que "el Banco de España estuvo por delante de muchas otras instituciones en el sentido, incluso, de ver parte de los problemas".

"El marco institucional que existía en los países avanzados no estaba preparado para esta crisis. La regulación no estaba preparada para esta crisis. El Banco de España, como otros, no estaba preparado para la crisis", aseveró.

En su opinión, las "advertencias" vertidas por la institución ahora gobernada por Luis María Linde fueron "bastante importantes" y el Banco de España realizó una labor "súper intensa", aunque se encontraba "limitado a cumplir la ley". Caruana defendió que el Banco de España emitió requerimientos dirigidos a las entidades bancarias con un lenguaje "bastante claro".

"El régimen sancionador es muy claro en lo que el Banco de España puede hacer. En ese momento no existían medidas macroprudenciales para hacer lo que probablemente todos querríamos hacer", reconoció el exgobernador, en cuya opinión la institución intentó "estirar las normas en la capacidad que tenía" hasta hacerlas "lo más macroprudenciales posible" a través de la introducción de las provisiones anticíclicas.

Para Caruana, la supervisión del Banco de España durante su mandato fue "muy activa" y el exgobernador se mostró "convencido" de que "muchas entidades no tuvieron problemas gracias a que se les había pedido anteriormente tener más capital y más provisiones". "La situación de las entidades en ese momento era de solvencia y de cumplir los requisitos legales, y si los cumplen es muy difícil que la actuación del Banco de España sea eficaz en ese sentido", defendió.

No recibió presiones políticas

Por otra parte, explicó que no recibió "ninguna presión" por parte de ninguno de los dos gobiernos que coincidieron durante su mandato, de distinto signo político, para pedir más actuación por parte de la institución y apuntó que ambos fueron "respetuosos con la labor del Banco de España", que "no supo prever la magnitud de lo que venía unos años después".

No obstante, Caruana sí reconoció que la institución sí recibió presiones por parte de otros países europeos por la introducción de las provisiones contracíclicas. "La presión de fuera de que eran una provisiones que no cumplían de alguna manera las normas y lo que se estaba haciendo a nivel internacional fue bastante dura. Por eso, en 2004 se tuvo que modificar para mantenerla a pesar de las presiones", explicó.