El astillero West Sea, situado en Viana do Castelo (a 90 kilómetros de Vigo) y cliente de la industria auxiliar gallega, construye un crucero de 126 metros de eslora por un precio situado entre los 70 y los 100 millones de euros para el armador Mário Ferreira, uno de los navieros más conocidos del mundo con una flota de más de 30 buques fluviales en tres continentes. Está previsto que su entrega sea en octubre del próximo año y solo un mes después comenzará a navegar por las gélidas aguas del océano Antártico.

Este crucero de expedición está diseñado por el arquitecto naval italiano Giuseppe Tringali ya está en construcción en la factoría del grupo Martifer, tal y como confirmó Ferreira al periódico luso Jornal de Negócios. Con los 126 metros de eslora y casi 20 de manga, el MS World Explorer, como será bautizado, tendrá una capacidad para 200 pasajeros, además de una tripulación formada por 111 personas.

A nivel tecnológico, el buque contará con la firma de Rolls-Royce, que también aportará los motores y sistemas de propulsión. Con ellos, alcanzará una velocidad de crucero operacional de 16 nudos.

Dueño de la naviera Douro Azul (que realiza trayectos por el río Duero con 13 barcos) y de Nicko Cruises (con una flota de 19 buques), Ferreira se adentra ahora en el mundo de los cruceros marítimos. Para ello, eligió los meses de noviembre a marzo para navegar desde Ushuaia (Argentina) por la Antártida en etapas de 10 días, para lo que dispondrá de un casco reforzado para el hielo con un peso total de 9.400 toneladas. "Ya tengo esos meses vendidos para dos temporadas", explicó Mário Ferreira. Para el resto del año, el barco será fletado por Nicko para ir a "pequeños y distintos puertos alrededor del mundo, normalmente no accesibles a cruceros más grandes".

Según el armador luso, la financiación para la construcción de este buque será aportada "por dos préstamos obligatorios, con un valor global de 50 millones de euros, y el resto con el apoyo de la Caixa Geral de Depósitos, del Montepio y del Banco Carregosa". Además, indicó que "será muy difícil" que los próximos cruceros oceánicos que proyecta encargar sean hechos en Portugal sin apoyos públicos.

Naval vigués

La factoría portuguesa situada en las antiguas instalaciones de Estaleiros Navais de Viana do Castelo cuenta con la participación de varias auxiliares viguesas en sus construcciones, sobre todo después de su resurgir tras la práctica inactividad en los años de crisis. Allí trabaja, por ejemplo, la firma de Ponteareas Panelship (Grupo Maderfri), que ya suministró los interiores de dos ferris de más de 70 metros de eslora.

Allí también fue pintado el Reforma Pemex antes de su entrega por parte del astillero Hijos de J. Barreras, que precisamente también fabricará un navío similar para su entrega en el último trimestre de 2019. En este caso se trata de un minicrucero de ultralujo, con una mayor eslora (190 metros) y un precio superior (supera los 240 millones de euros). En este caso el armador será la nueva naviera de la cadena hotelera americana Ritz-Carlton (Ritz-Carlton Yacht Collection).