La factoría del Grupo PSA en Vigo vivió ayer su segundo sábado consecutivo de huelga convocada por los sindicatos CIG, CUT y CC OO. Desde la dirección de la empresa señalan que la jornada transcurrió "con normalidad", aunque reconocen que algunas de las 1.600 personas convocadas a trabajar llegaron tarde a su puesto por los piquetes.

El representante de la CIG, Manuel Domínguez, calificó de "muy positivo" el seguimiento del paro en la factoría y denunció que empleados no vinculados a la línea productiva ocuparon puestos en la línea de producción.

El representante sindical de la CUT, Vítor Mariño, destacó que no se respetó el descanso mínimo entre turnos y que los puestos de los trabajadores huelguistas fueron sustituidos por empleados de empresas auxiliares. Mariño cifró en "70 coches" la pérdida de producción y recalcó que aquellos terminados pueden tener "deficiencias de calidad". En CC OO subrayan que este paso tiene que marcar "un antes hacia unas condiciones de trabajo más justas".