Luz verde a la creación del segundo mayor fabricante de coches de Europa y el octavo del mundo. La Comisión Europea (CE) ha aprobado "sin condiciones" la adquisición de la marca alemana Opel (propiedad del consorcio norteamericano General Motors) por la multinacional automovilística francesa Grupo PSA, al considerar que la operación no plantea problemas de competencia en los mercados concernidos. La operación afecta en la península Ibérica a la planta de Figueruelas (Zaragoza) de GM, con más de 6.000 trabajadores.

Bruselas analizó el impacto de la operación -valorada en 2.200 millones de euros- en los mercados de automóviles tanto a nivel europeo como nacional, dado que ambas empresas se dedican a la fabricación de vehículos particulares y utilitarios ligeros. También ha examinado las actividades de las dos sociedades que se solapan, tanto en la venta al por mayor y como al detalle. Según la CE, las cuotas de mercado combinadas de las dos compañías son relativamente débiles en todos los mercados afectados en lo relativo a la fabricación y a la venta de automóviles.

Solo en Estonia y Portugal las dos empresas juntas tienen algo más del 40% del mercado para los pequeños utilitarios, con un aumento inferior al 5% en cada uno de esos mercados. En el resto de mercados, las cuotas seguirán siendo débiles. El estudio de Bruselas ha demostrado, además, que la empresa fusionada continuará teniendo que afrontar una fuerte competencia por parte de fabricantes como Renault, Volkswagen, Daimler, Ford, Fiat y rivales asiáticos. La operación fue notificada al Ejecutivo comunitario el pasado 30 de mayo.