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La tercera mayor pesquera de Argentina pasa a manos chinas

El grupo Dalian Huafeng asume el control de Arbumasa, filial de la española Amasúa - Cuenta con diez barcos tangoneros y poteros

El holding chino Dalian Huafeng Aquatic Products cerró esta semana la toma de control de Arbumasa, tercera mayor pesquera de Argentina hasta ahora propiedad de la española Grupo Amasúa. La firma asiática había negociado previamente la adquisición de Conarpesa pero, como publicó FARO en febrero, las negociaciones se habían roto y propiciaron el contacto con Arbumasa. La empresa es propietaria de diez barcos: siete tangoneros (arrastreros dedicados a la captura de langostino), dos poteros (para la pota o illex argentinus) y un buque factoría. "Ambos grupos han fijado objetivos de crecimiento significativos dentro de esta empresa conjunta, tanto a nivel extractivo (fresco o congelado) como comercial, aprovechando su complementariedad en varios caladeros, productos y mercados", divulgó la firma española en un comunicado.

Este acuerdo dará a Dalian Huafeng Aquatic Products la exclusividad para vender los productos de Arbumasa en el mercado chino, donde el langostino argentino se ha erigido como segunda especie más popular para la población. Para el resto de países (sobre todo España, Italia, el resto de la Unión Europea y Japón) existirá "cooperación" en materia de ventas. La operación conlleva el cambio de titularidad de una planta de procesado con capacidad frigorífica en Puerto Deseado, en la provincia de Santa Cruz, desde donde operan las filiales de Pescanova (Argenova) y Grupo Profand (Pesquera Deseado). La compañía de Chapela dispone de 18 buques en el país, solo superada por los 22 de Conarpesa (vendió dos este año). Iberconsa, en plena expansión, opera ya con una quincena.

El secretario general de la Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca, Jorge Frías, se mostró algo contrariado con la operación. "Me hubiese gustado que comprasen pesqueras marplatenses, que son las que hay que mejorar, con la esperanza de que el capital chino venga a hacer las cosas bien. No esperaba esto con Arbumasa, que las hacía de forma impecable". A su juicio compañías como Solimeno, Moscuzza y Valastro, también de gran tamaño, no tienen asegurada la continuidad de la saga familiar debido a la falta de interés de quien ha de suceder a sus fundadores. Por eso, aunque no lamenta la compra de Arbumasa, defiende "mejorar lo que está mal".

El contexto

No es la primera vez que Grupo Amasúa se alía con un holding chino ya que en 2012 dio entrada a la potente China National Fisheries Corporation (CNFC) en su filial de Mozambique, Krustamoz, competencia directa de la subsidiaria de Pescanova en el mismo país (Pescamar). En este caso la firma dispone de diez marisqueros (Pescanova tiene una flota de 34), una planta de procesamiento y cámara frigorifica. El broker en esta operación fue Albino Morán & Partners, el mismo que medió entre Shanghai Kaichuang e Hijos de Carlos Albo para la venta de la conservera al grupo asiático.

Las firmas chinas cuentan ya con una copiosa lista de subsidiarias en Argentina, con firmas como Chiarpesca, Arhepez, Ardapez, Fénix Internacional y Altamare (exfilial de Grupo Pereira). China importa al año productos pesqueros por valor de 200 millones de dólares, seis veces más que hace apenas cinco años.

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