El proyecto de reconstrucción de Fandicosta consta de dos partidas principales de gasto: el de la propia obra, que asciende a 10,3 millones de euros, y el de equipamiento y maquinaria, de otros 10 millones. Después del incendio que calcinó más de la mitad de las instalaciones en mayo del año pasado la compañía que preside Ángel Martínez ha apostado por dotarse de la mejor tecnología y proteger la infraestructura contra un siniestro similar en el futuro. Por ello separará las tres fases del edificio con muros de hormigón, de modo que las llamas no puedan propagarse de una a otra. El proyecto remitido al Concello de Moaña recoge una inversión de casi 143.000 euros para protección de incendios.

"Las fases en Fandicosta antes no estaban sectorizadas, es decir, subdivididas en su interior. Ahora, cuando se proceda a reconstruir la fase 1 quedará sectorizada en tres sectores, separadas con muros de hormigón", expone director de Recursos Humanos y Control de Gestión de Fandicosta, Alfredo Campuzano. "Si un sector se incendia, los otros dos podrán quedar completamente a salvo, minimizando así las posibles pérdidas". La compañía de ingeniería Cotpa es la encargada de ejecutar la reconstrucción del edificio, y recoge en su blog la evolución de las obras, adjudicadas a Civis Global.

La nueva nave tendrá 10.000 metros cuadrados de superficie, a los que hay que sumar los 3.000 metros cuadrados de la primera planta. El frigorífico dispondrá de 33.000 metros cúbicos de capacidad, que equivalen a unas 10.000 toneladas. La intención de la compañía es de culminar las obras en marzo de 2018 y recuperar la capacidad frigorífica que perdió en el siniestro, motivo por el que su facturación se resintió, hasta los 83,6 millones de euros. El umbral entre esta cifra y los 100 millones de 2015 se debió principalmente a la incapacidad de prestar servicios de frío, además de la ralentización de la actividad tras el siniestro, aunque Fandicosta despachó mercancía solo cinco días después. Las llamas calcinaron 1.600 toneladas de cefalópodos.