La "vieja" Pescanova asume que si pierde alguna de las dos demandas que ultima contra Nueva Pescanova, por la ampliación de capital y el crédito súper sénior, podría verse obligada a enajenar una parte o la totalidad de su participación, un 1,6%, en la mercantil a la que traspasó su negocio. Lo tendría que hacer, según la documentación adicional remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores para el levantamiento de la suspensión de su cotización en Bolsa, para poder atender a las costas procesales, que cifra en 1,2 millones de euros: 0,8 por la demanda por el crédito, y 0,4 por la ampliación de capital.

Todo ello, con el riesgo añadido de que su valor a la fecha de venta pudiera resultar insuficiente para atender el pago de la eventual condena en costas, lo que podría situar a Pescanova en un estado de insolvencia. En el hecho relevante trasladado a la CNMV, la "vieja" Pescanova indica que está analizando la forma de financiar sin que tal coste ponga en riesgo la estabilidad económica de la sociedad, y añade que los dos litigios podrían tardar "varios años" en resolverse con una sentencia firme.

La sociedad también estima que no será posible el reparto de dividendos previsto por Nueva Pescanova hasta que se devuelva la totalidad de la deuda concursal prevista hasta el año 2044.

En concreto y respecto a la posible política de dividendos futura de Nueva Pescanova, la participada cree que, según se indica en la memoria individual de la multinacional, se agotarán los plazos para el pago de intereses y principal de la deuda concursal, y teniendo en cuenta que todos los convenios concursales contienen un mecanismo de barrido de caja a favor de la deuda concursal, el reparto de dividendo "no será posible hasta que se devuelva la totalidad de dicha deuda concursal prevista el año 2044".