Donald Trump volvió a tomarla con la industria de automoción. En plena gira por Europa, el presidente de Estados Unidos (EE UU) no dudó en amenazar a los funcionarios europeos con frenar las ventas de coches alemanes en su país si los fabricantes germanos no invierten en suelo estadounidense, estrategia que ya utilizó en los primeros días de su mandato con las propias multinacionales norteamericanas con fábricas en México, como Ford y General Motors, pero también con Toyota o Hyundai. Según el rotativo alemán Der Spiegel, Trump llegó a advertir con prohibir directamente la venta de "millones de vehículos" en EE UU, calificando a los alemanes de "muy malos" por aprovecharse del mercado americano sin que esos beneficios repercutan en la economía del país.

Las amenazas de Trump han generado indignación en Alemania. Según Der Spiegel, que cita como fuente a participantes en los encuentros mantenidos por Trump en Bruselas, sin precisar cuáles, el presidente de EE UU calificó de "malos, muy malos" a los alemanes. "Miren los millones de autos que venden en Estados Unidos. Vamos a detenerlos", comentó Trump, según el rotativo germano, que recuerda las repetidas críticas del presidente contra la industria automotriz alemana, pese a que tanto BMW como el Grupo Volkswagen tienen fábricas en su país y emplean a miles de trabajadores americanos.

Los asesores de Trump matizaron que el presidente norteamericano no tiene ningún problema con Alemania, sino con el "comercio" con ese país. "Él (Trump) dijo que son muy malos en el comercio, pero él no tiene un problema con Alemania", explicó a los periodistas el principal asesor económico de la Casa Blanca, Gary Cohn, que acompaña al presidente en Taormina (Italia), donde ayer comenzó la cumbre de líderes del G7.

De acuerdo con el asesor, durante su reunión del jueves en Bruselas con los principales líderes europeos, Trump habló incluso de los orígenes alemanes de su padre.

Según los medios germanos, Trump lanzó duras críticas a Alemania por su superávit comercial con EE UU durante su encuentro con la cúpula comunitaria, con la automoción como telón de fondo.