Hijos de Carlos Albo, la conservera fundada en 1869, ha pasado a formar parte del gigante de la alimentación Bright Food, una compañía china de capital público que entró en España hace dos años con la adquisición de la catalana Miquel Alimentació. La operación se ha llevado a cabo entre el mismo accionista, el Gobierno de Pekín, decidido a expandir su dominio en el sector pesquero mundial con subsidios anuales de 5.230 millones de euros para la compra de barcos, ayudas fiscales o subsidios para la compra de combustible. En junio de 2016 Shanghai Kaichuang Marine International pagó 61 millones por la conservera viguesa; la sociedad asiática es la firma cotizada del holding Shanghai Fisheries Group, y ésta última es la que ha pasado a manos de Bright Food. La operación comprende el cambio de propiedad de sus más de treinta filiales, entre las que está también la argentina Altamare, ex de la también viguesa Pereira.
La transacción introduce a Bright Food de lleno en la industria de productos del mar, en la que había entrado en 2013 con la filial Shanghai Bright Special Aquaculture para el cultivo de cangrejo y langostino en Sudamérica. Ahora operará desde el origen, con subsidiarias dedicadas tanto a la pesca salvaje de larga distancia (la propia Altamare o Chiarpesca, también argentina) como a la conserva (Albo, que tendrá una planta gemela en Zhoushan). Dispondrá incluso de un astillero: Shanghai Huali Shipyard.
"Bright Food podrá mejorar su ventaja en la cadena de frío, procesado, almacenamiento y logística", valoró un portavoz de la compañía. Según la última evaluación de la agencia de rating Fitch, Bright Food agrupa por sí sola la compraventa de más del 40% de productos vegetales y comestibles de la Bolsa de Shanghái, y gestiona además todas las reservas de aceite para uso humano de la ciudad. "Es una garantía indispensable para la calidad alimentaria" de una urbe que supera los 24 millones de habitantes.
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La integración de Shanghai Fisheries Group dentro de Bright Food elevará la facturación de esta última en unos 700 millones de euros al año, aunque la operación es más relevante a nivel estratégico que económico: la compradora ingresa 20.000 millones anuales pese a su corta edad, ya que se fundó en 2006. Según su web es la comercializadora en el país de marcas como Coca-Cola, Danone, Pepsi, Henkels o Gillete.
