La renovación de la flota pesquera es una realidad. Los astilleros tienen en cartera más de una quincena de buques, especialmente arrastreros y palangreros. Sin embargo, hay otro tipo de barcos gallegos cuya construcción está pasando desapercibida de la opinión pública y que no ha cesado desde el pasado año. Los barcos de cerco, segmento de flota que faena cerca de la costa especies como caballa, jurel, sardina o anchoa, también se están renovando. En concreto, al menos cinco embarcaciones de nueva construcción se han estrenado entre el año pasado y este, a lo que hay que sumar otros cinco firmados ya para su construcción.
Pese a que este tipo de barcos no se facturan en los grandes astilleros de la ría de Vigo, estos contratos dan trabajo a otras factorías más pequeñas como es el caso de Fibramar Laxe. Su gerente, Javier Carracedo, informa que ahora mismo tienen un barco firmado para un armador de A Coruña de 22,6 metros de eslora cuya construcción empezará a final de año. "Antes hicimos el año pasado el Novo Castelao, para un armador de Malpica, y el Novo Cristo da Laxe, para otro de Bueu", indicó Carracedo.
En este último caso se trata de un barco de fibra de 14,7 metros de eslora. Su armador, Izaú Simes, de 62 años, dice que se lanzó a la construcción para tener un barco más grande y sustituir así su antiguo barco de madera, de 1983.
De ese mismo año era el buque de José Ángel Louriña, que ahora sustituyó por el O Roque. Con puerto base en Cambados, la construcción de esta embarcación de 14,9 metros de eslora surgió "como una oportunidad". "Para mí era un tema de renovarse o morir, pero la verdad es que construir está complicado", indica Louriña, cuyo buque costó unos 150.000 euros -"aproveché todo lo que pude del anterior"- y fue construido por el astillero asturiano La Venecia.
Esa factoría precisamente está centrando buena parte de la renovación de este segmento de flota gallego. "Tenemos firmados tres barcos para Malpica, con posibilidad de otros dos, y otro firmado para Portosín", explica Emilio Pérez, responsable de la firma. Con un tamaño de entre 15 y 22 metros de eslora, estos cuatro buques de acero tardan "unos cuatro meses" en estar listos. Con más de 20 años de experiencia, han facturado ya 131 barcos desde sus instalaciones en Puerto de Vega, Navia. El precio de un cerquero oscila entre los 400.000 y los 900.000 de euros, según Pérez.
A estos barcos hay que sumar también el Olnadi (de 15 metros y de Sada, construido en La Venecia el año pasado) y el Titán (de 23 metros y de Portosín, facturado en fibra por Astilleros Amado de O Freixo).
Al sur de la comunidad, por el momento, no se han dado a conocer nuevas construcciones. En Vigo, por ejemplo, el Curuto Dos, de madera, se encuentra a la venta. Su armador, Jacinto Vidal, busca adquirir otro de segunda mano hecho en acero y de mayores dimensiones. "Construir es más caro y hay que buscar GTs. Y eso es complicado", explica Vidal.
