La vivienda usada toma el mando en el sector inmobiliario gallego. Este tipo de inmuebles atrae a cada vez más compradores, no solo por un precio más asequible que el de los pisos a estrenar sino también por su menor gravamen fiscal y su mayor facilidad de financiación. Las operaciones de compraventa de viviendas de segunda mano pulverizan todos los récords en Galicia. En el primer trimestre del año se vendieron más de 3.500 inmuebles en la comunidad, de los que el 72,5% son usados (2.584). Se trata del mayor porcentaje de transacciones de este tipo de casas en la comunidad, muy por encima del casi 41% que representaban en el mismo periodo en 2016 y del apenas 35% que suponían cuando estalló la crisis del ladrillo.