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Galicia elige cada vez más a Portugal para importar langostino

Las ventas a Galicia suben un 12% por la inercia de la gran campaña en Argentina

Portugal es un core market (mercado prioritario) para la industria de elaborados de productos del mar, con un mercado que consume al año 57 kilos de pescado per capita (es el cuarto país en este ránking), pero no dispone de una gran industria transformadora más allá de la conservera. Sí se ha convertido en una opción cada vez más atractiva para los países productores para utilizar sus puertos como puerta de entrada de sus productos a Europa. Es el caso del langostino, que se ha erigido como especie de referencia en la industria para la renovación del catálogo con productos de mayor valor añadido, sobre todo para su venta a Estados Unidos. La descarga de langostino de Argentina y Mozambique en Galicia creció en 2016 algo menos de un 12%; en Portugal rozó el 30%.

Las trabas en el Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) de Vigo fue un factor determinante. Como publicó FARO esta situación provocó el año pasado el desvío a Leixões de 57.000 toneladas de pesca congelada, pero para el caso del marisco mozambiqueño (langostino tigre, jumbo) la tendencia es anterior. En 2015 se produjo el sorpasso y Portugal adelantó a España como importador de esta especie. A Galicia arribaron el año pasado poco más de 22 toneladas de langostino de Mozambique por importe de 270.000 euros; a Portugal, 2.600 toneladas por 26,2 millones de euros. En el país africano Pescanova dispone de 32 marisqueros a través de la filial Pescamar, que faena entre 2.000 y 3.000 toneladas al año. También trabaja en Mozambique Krustamoz, una alianza de la española Grupo Amasúa y China National Fisheries Corporation (CNFC), la mayor armadora del mundo.

El cambio

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En el año 2000, por ejemplo, la entrada directa de este marisco a Galicia rozaba los 30 millones de euros anuales con 2.800 toneladas importadas, más de lo que se introduce en la Península a través de Portugal. Entonces no se había desarrollado la cría de langostino en granjas acuícolas y las capturas de gambón argentino eran una anécdota (37.500 toneladas) en comparación con las registradas en 2016 (173.000).Y, gracias a Argentina, por cierto, España sigue siendo la puerta de langostino a la Península. Eso sí, Portugal acecha.

El año pasado la importación de gambón a través de Galicia medró un 12%, impulsada -y pese a los problemas en el puerto de Vigo- por la histórica campaña argentina (las capturas crecieron diez puntos por encima). Pero las compras a través de Portugal se incrementaron en un 40% con 900 toneladas, un máximo desde el año 2010. En el caso portugués el importe desembolsado fue inferior al de ejercicios precedentes: a más abundancia del recurso el precio cae, al contrario de lo que sucedió con los cefalópodos, cuyos precios continúan elevados.

La apuesta de la industria por el langostino argentino es fuerte y con recorrido, aunque en gran medida es un recurso que se transforma directamente allí. Pescanova, Iberconsa, Profand, Vieirasa o Videmar poseen flota propia de tangoneros plantas (o joint ventures con firmas locales, como el caso de Videmar con Greciamar) para elaborar el langostino en Argentina. Para el caso del que se cría en cautividad, principalmente en Centroamérica, se transforma en países como Ecuador, Nicaragua u Honduras, tanto en instalaciones propias como a través de maquilas.

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