"Animo a todo el mundo a que siga trabajando por y para los demás, porque consigues una sociedad más justa y equilibrada". Con esta filosofía de vida Elena Rodríguez Giráldez dice adiós a la Secretaría de Igualdad y Política Social de CC OO en Vigo. Tras más de dos décadas al frente de este departamento se prejubila una histórica del sindicalismo olívico, que comenzó con tan solo 14 años a trabajar y que vivió desde la dura realidad de pelear por sus derechos en la clandestinidad hasta celebrar los éxitos cosechados en materia de igualdad entre hombres y mujeres en las empresas de la comarca.

Original de Canido, Rodríguez nació en 1953 y su primer trabajo fue en Almacenes Alfredo Romero. Allí comenzó como ayudante de cajera y "veía como la mujer de Franco acudía allí a comprar telas". "Fue una época muy especial", recuerda con nostalgia. Tan solo un par de años después dio el salto a Envases Carnaud (actual Domibeira), donde compaginó el trabajo como eventual allí con su puesto en los almacenes.

Fue en aquella época, en torno a los años 70, cuando comenzó a coquetear con el sindicalismo. "Éramos un grupo de jóvenes de la empresa. Teníamos la ilusión de cambiar el mundo porque nos sentíamos discriminados", recuerda Rodríguez, que explica que, para evitar ser descubiertos, se citaban en diferentes bares. "Luego contactamos con gente mayor, en locales, y nos organizamos. Repartíamos octavillas, intentábamos sumar a más gente... No teníamos miedo, tanto era así que los mayores nos llamaban la atención", comenta.

Sin embargo, de ahí a "escapar de los grises por García Barbón" tan solo pasaron un par de años. En 1972 intentaban sumar a los trabajadores del naval. "Ahí vimos la solidaridad y el compromiso de la gente. Conseguimos que algún astillero no cerrara y que se mejoraran las condiciones", explica.

Legalización

Con la legalización de CC OO, Elena Rodríguez pasó a defender a los trabajadores del textil desde la sede en la calle Hernán Cortés. Así, visitó los diversas talleres que había en aquella época en la vecina Redondela, debido a la importancia de la factoría de Regojo. "Hubo experiencias muy positivas y lo vivía intensamente. Estimulaba ver que se conseguían cosas", recuerda.

Después de siete años lidiando con el textil, en el año 1985 entró a dirigir la Secretaria de Medios de Comunicación, Artes Gráficas, Deportes y Ocio. Fue en aquella época cuando se consolidó el comité en el FARO. Con la llegada de los años 90 ingresó en la dirección del sindicato en Vigo y en la Secretaría de la Mujer en 1997. Comenzó entonces una época de dos décadas en la que posteriormente pasó a llamarse Secretaría de Igualdade y Política Social. "Fuimos el sindicato que más se visibilizó en temas de mujer, pioneros. Hicimos cursos para que se incorporaran a sectores tradicionalmente de los hombres", comenta la viguesa.

Desde entonces, Elena Rodríguez comenta que su tiempo libre lo empleada en el sindicato, como "una vocación" en la que había que "tener compromiso primero con los demás y luego contigo mismo". Una época que se llevará consigo para siempre.