El Grupo BBVA registró un resultado atribuido de 1.199 millones de euros durante el primer trimestre del año, casi un 70% más que en el mismo periodo de 2016 (+79,2% en términos constantes), el más alto de los últimos siete trimestres. El resultado creció en todas las áreas de negocio en términos interanuales, según informó ayer la entidad, que achaca este crecimiento a la buena evolución de los ingresos, la moderación de los gastos de explotación y la reducción de los saneamientos.

El consejero delegado, Carlos Torres, afirmó que el banco espera haber digerido el ladrillo que mantiene en su balance en un periodo de no más de tres años y apuntó que la entidad ya trabaja en acelerar el "desagüe" de estos activos. "Llevamos años digiriendo, pero todavía nos quedan dos o tres años de pérdidas para dar el problema por cerrado. Estamos trabajando en ello", reconoció.

El directivo del BBVA precisó que la entidad española ha conseguido reducir un 9% su exposición inmobiliaria en los tres primeros meses del año, dado que está llevando a cabo la estrategia de acelerar al máximo el "desagüe" en un entorno de mercado mejor que el visto en años precedentes.