Ferroatlántica tiene prisa por vender sus centrales hidroeléctricas en Galicia pero sigue sin mover ficha. El sábado se cumplían dos semamas del acuerdo que selló con las federaciones de UGT, CC OO, USO y SU para desarrollar un plan industrial con 200 millones de inversión y 900 empleos entre directos e indirectos, todo a financiar con la venta de las centrales hidroeléctricas que tiene en A Costa da Mortey Fisterra y en Huesca.

Su pretensión era solicitar "en breve" la autorización a la Xunta para modificar la concesión que rige la explotación de esos saltos de agua gallegos y que impide segregar -y por lo tanto vender por separado- esa actividad energética de las fábricas de ferroaleaciones de Cee y Dumbría.

Dos semanas después la multinacional reconoce que todavía no ha iniciado la tramitación del expediente ante la Xunta, a pesar de que el plan industrial y sus inversiones están condicionados a obtener los permisos administrativos antes del 31 de mayo. Así lo recoge el acta del "preacuerdo marco para el desarrollo del plan de futuro de inversiones y empleo en el grupo Ferroatlántica en España".

El preacuerdo recoge la necesidad de "la obtención de fondos extraordinarios procedentes de la venta de los activos energéticos". Pero no solo. El acta advierte de que el preacuerdo laboral está condicionado a dos puntos: "La obtención antes del 31 de mayo de todas las autorizaciones administrativas necesarias para hacer posible, con todas las garantías legales, la segregación y posterior venta de los activos energéticos" pero también "la enajenación efectiva de dichos activos por parte del grupo Ferroatlántica en España".