El primigenio G7 (los siete bancos que respaldaron desde el inicio el rescate de Pescanova), al que se ha sumado HSBC, mantiene la mayoría en el accionariado de la compañía tras el canje de deuda (fue una ampliación sin desembolso dinerario). Con el 3,4% del norteamericano Merrill Lynch la banca asume una participación en la pesquera del 81,2%. El resto del capital pertenece a fondos como Barendina (con sede en Luxemburgo y vinculada a la londinense Oceanwood Capital) y antiguos bonistas. La vieja Pescanova, que hasta el martes tenía un 20%, se ha quedado con el 1,7% de la multinacional tras rechazar la invitación para acudir a la ampliación. Según comunicó ayer a la CNMV, y como había avanzado FARO, la antigua matriz impugnará la asamblea.