Ya no hay escollos para la adquisición de la división de asientos del Grupo Antolín por parte de la norteamericana Lear Corporation. La Comisión Europea (CE) autorizó ayer la compra de esta unidad de negocio de la multinacional burgalesa al concluir que la transacción cumple con las normas comunitarias de competencia. La operación, adelantada por FARO, incluye las plantas de asientos de Vigo y la de perfiles metálicos (PGA) de Porriño, con más de 300 trabajadores, así como la de Valença do Minho, recientemente ampliada, y la de Mangualde, en construcción.

El Ejecutivo comunitario explicó que la operación no plantea problemas de competencia dada la "moderada" combinación de las posiciones de mercado de ambas partes tras la compra y la presencia de una serie de competidores "fuertes" en el mercado. En concreto, la transacción implica la venta de doce instalaciones industriales y dos centros de I+D localizados en España (la primera planta de asientos fue la de Vigo), República Checa, Francia, Marruecos y Portugal, activos en la fabricación de asientos y componentes de asientos de automóviles.

Lear Corporation cifró la compra, una vez contabilizada la deuda, en 286 millones de euros cuando anunció el acuerdo en febrero de este año. Antolín anunció entonces su desinversión en la actividad de asientos y su decisión de reforzar su estrategia de crecimiento en negocios clave, que son los que procuran una mayor cuota de mercado y una presencia global.