El patrón de la multinacional francesa Grupo PSA, Carlos Tavares, participó ayer en Berlín en una reunión con la ministra germana de Economía, Brigitte Zypries, y con responsables de los sindicatos de Opel (IG Metall, Opel AG) para abordar el futuro de la marca alemana de automóviles una vez que consuma su absorción por el consorcio galo. Tavares reafirmó su compromiso de que respetará los acuerdos laborales de Opel en vigor en Alemania, así como el mantenimiento del dispositivo industrial y del carácter alemán de la compañía.

La asamblea general de accionistas de PSA se reunirá el próximo 10 de mayo para aprobar la operación que creará el segundo fabricante de coches de Europa y el octavo del mundo, y que en España afecta a cuatro plantas: tres de PSA y una de Opel. Pese al compromiso mostrado por Tavares frente a las autoridades germanas, fuentes del sector y analistas consideran que el ejecutivo luso tendrá que reducir el número de fábricas y de empleos de Opel para que sea rentable.