El indicador de la renta disponible arroja información sobre la capacidad de consumo y ahorro de los hogares en España y actúa a modo de barómetro sobre la realidad económica del país. En 2009 la renta disponible neta de los hogares rozaba los 652.900 millones de euros, según los datos ofrecidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y aquél fue el último ejercicio de subidas antes de sufrir los efectos de la doble recesión. Hasta el de 2016. El pasado ejercicio la renta neta superó los 656.757 millones de euros tras avanzar un 2,3%, y constató que la creación de empleo ha propiciado que las familias estén de media al mismo nivel de capacidad adquisitiva que hace ocho años.

El indicador refleja que lo peor de la crisis para las familias fue la recaída de 2011, cuando la renta neta cayó más de un 3% interanual y en 20.000 millones a nivel nominal. Desde el punto más bajo (2013) la renta disponible de las familias españolas se ha recuperado en casi cuatro puntos porcentuales y 22.000 millones. La particularidad de la crisis española es que fue, como se conoce en el argot técnico, una double dip recession, con una aparente recuperación (en 2010, en este caso), y posterior recaída. A nivel gráfico se asemeja a una uve doble, y de ahí su nombre.

El ahorro

La tasa de ahorro, por su parte, se situó en el 7,7% de su renta disponible en 2016, medio punto menos que en 2015 y la más baja desde 2007 (5,9%). El INE explicó ayer que, a pesar de que los hogares aumentaron su renta disponible, su tasa de ahorro se vio reducida por el crecimiento de su gasto en consumo final en un 3%. El ahorro generado por los hogares e instituciones sin fines de lucro alcanzó en 2016 los 54.072 millones de euros, lo que permitió financiar su flujo de inversión, estimado en 32.443 millones de euros, un 6,5% más que el del año 2015. De esta manera, el sector presentó una capacidad de financiación de 21.024 millones de euros en 2016, frente a los 27.182 millones de 2015.

En 2016, la economía española acumuló una capacidad de financiación de 22.752 millones de euros, el 2% del PIB, superando en más de 1.465 millones la cifra de 2015, que fue de 21.287 millones de euros, también equivalente al 2% del PIB. En el cuarto trimestre del año pasado, la tasa de ahorro de los hogares españoles e instituciones sin fines de lucro alcanzó el 11,8% de su renta disponible, la más baja en un cuarto trimestre desde el ejercicio 2012, cuando fue del 11,7%.

Por su parte, las administraciones públicas registraron el año pasado una necesidad de financiación de 50.576 millones de euros, cifra un 8,2% inferior a la de 2015. El descenso de la necesidad de financiación de las administraciones públicas en 2016 se produjo por el aumento de su renta disponible en un 3,6% y la reducción de su inversión en un 14%, hasta los 22.519 millones de euros, y todo ello pese al incremento en un 0,9% de su gasto en consumo y del salto neto de transferencias de capital a pagar (4.070 millones frente a 364 millones en 2015).

Por lo que respecta a las sociedades no financieras, su renta disponible avanzó en 2016 un 7,8% como consecuencia del repunte en un 6,5% del saldo de rentas primarias del sector. Este incremento se debe a que el excedente de explotación bruto de las sociedades no financieras creció un 5,2% respecto a 2015 y al descenso en un 0,9% del saldo neto de rentas de la propiedad pagadas.

Al mismo tiempo, los importes pagados por las sociedades no financieras en Impuesto de Sociedades y en concepto de cotizaciones sociales aumentaron un 1,8% y un 14,2%, respectivamente, mientras que disminuyeron un 8,3% las prestaciones sociales abonadas por el sector. Por su parte, el saldo neto de otras transferencias corrientes abonadas subió un 2,7%.

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