La dirección de Ferroatlántica y sus empleados de Fisterra y Costa da Morte han traspasado la batalla en torno a la venta de las centrales hidroeléctricas que la multinacional explota en los ríos Xallas y Grande al campo de las cifras. Y los números no casan. El consejero delegado de Ferroglobe y presidente de Ferroatlántica, Pedro Larrea, echa mano estos días de los resultados económicos de 2016 que la multinacional acaba de desvelar y advierte que con los 150 millones de pérdidas con los que cerró el año pasado,la empresa solo podrá desarrollar su plan industrial en Galicia -100 millones de inversión y 500 empleos, entre directos e indirectos- si se deshace de los saltos de agua, una actividad que, incide, no es estratégica para el grupo. El informe anual del grupo Villar Mir correspondiente al año 2015 recoge sin embargo los ingresos generados por las centrales que quiere vender en España; suman unos ingresos medios anuales de 41,5 millones.

El informe económico detalla las diversas actividades del grupo Villar Mir antes de la fusión de Ferroatlántica y la norteamericana Globe que dio lugar a Ferroglobe. Entre estas actividades se recoge la división de energía y, concretamente, de las centrales españolas "que son gestionadas por Villar Mir Energía S.L.U", mientras las dos galas están a cargo de la filial francesa FerroPem S.A.