Los representantes del sindicato (CGT) en las plantas del Grupo PSA y Opel en la península ibérica se unieron ayer en Vigo para analizar el futuro tras la compra de la firma alemana por parte del grupo galo. A su juicio, los trabajadores "no tienen la información suficiente" y por eso buscan crear una plataforma ibérica para "mejorar la coordinación" entre ellos mismos y los demás sindicatos.

César Yagües, de CGT en la planta de Opel en Figueruelas, explicó que no quieren "competir con compañeros de Madrid y Vigo" por nuevos modelos" y se quejó de la suspensión de la adjudicación del Corsa a su factoría, que tendría que comenzar a fabricarse en 2019.

Luis Miguel Sánchez, de PSA Madrid, opina que "se vienen tiempos difíciles" y que "hay que intentar ir de la mano con otros sindicatos". Nieves Rodríguez, la responsable sindical en Vigo, indicó que el futuro tiene que pasar por "tratar de viabilizar las plantas en España sin pérdida de derechos".