El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), Jorge Cebreiros, ha reprobado a la patronal gallega su propuesta de nombrar como secretario general a Jaime López, quien ostenta el mismo cargo en la confederación empresarial de Lugo. "Utilizar los secretarios de las confederaciones provinciales, además de ser de dudoso respaldo estatutario, no responde al perfil de neutralidad requerido", expuso el vigués en un escrito remitido al patrón de la CEG, Antón Arias Díaz-Eimil. Desde Pontevedra, continúa Cebreiros, "entendemos que es imprescindible la designación de un Secretario General", cargo que está vacante desde el despido de Fausto Santamarina en octubre.

Al igual que manifestó en el comité ejecutivo del jueves la delegación de Ourense, la CEP (que se dio de baja temporal en la patronal gallega) apuesta por la promoción interna. "El secretario ha de ser designado entre el personal de plantilla, con titulación superior y experiencia acreditada, mediante la firma de un anexo a su contrato y sin incluir cláusulas de blindaje que haga imposible su remoción. Aunque para sufragar el finiquito de Santamarina se habían reservado unos 250.000 euros, la falta de acuerdo con el afectado obligará a la confederación a ir a juicio por despido improcedente. La CEP defiende también que sea el personal propio de la CEG quien se encargue del gabinete de comunicación.

Por otra parte, el expresidente de la CEG y la CEP José Manuel Fernández Alvariño, ha encargado a un bufete de abogados que analicen las acusaciones vertidas esta semana por Antón Arias, quien aseguró que el correo electrónico de la presidencia había estado pinchado desde la salida del cargo del vigués. Alvariño no se pronunciará al respecto hasta contar con el dictamen de sus representantes legales.