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Hacienda saca partido de los "chivatazos"

Las denuncias anónimas han permitido a la Agencia Tributaria ingresar casi 500 millones en España desde 2012 - El Estado no recompensa al delator, cuyo móvil más frecuente suele ser la venganza

Cristóbal Montoro. // Efe

Hacienda recaudó entre 2012 y 2016 casi 500 millones de euros en todo el país con investigaciones de prácticas fraudulentas que tuvieron origen en denuncias, generalmente anónimas, de los contribuyentes. El mecanismo de la delación, habitual en todos los sistemas tributarios, ha ganado enjundia en estos años de crisis económica en los que, por ejemplo, han sido frecuentes los "chivatazos" protagonizados por trabajadores despedidos, antiguos socios o competidores, en el caso de las empresas. La Agencia Tributaria ha estimulado las denuncias, haciendo más sencillos y accesibles los procedimientos, si bien no existe el incentivo que por ejemplo utiliza EE UU: recompensar al delator con una parte del dinero que recupera el Fisco.

| Presentación. La legislación española alienta la delación tributaria permitiendo el anonimato del denunciante en la mayoría de los supuestos y estableciendo distintos canales: las denuncias pueden presentarse por correo tradicional, en persona o a través de internet. El uso de medios telemáticos se ha intensificado y generalizado, si bien también es frecuente que los denunciantes se dirijan por carta a Hacienda, acompañando a menudo documentación sobre los supuestos hechos ilícitos.

La página web de la Agencia Tributaria ofrece a los contribuyentes formularios descargables, algunos de ellos específicos para la denuncia de ciertos comportamientos fraudulentos. En casi todos los casos, el delator no está obligado a revelar su identidad. Sólo es imprescindible en el supuesto de que se trate de una infracción de la regla que prohibe los pagos en efectivo de más de 2.500 euros siempre que una de las partes sea un profesional o empresa. En este caso, la Agencia Tributaria lo exige y al denunciante le interesa además, porque la parte que lo pone en conocimiento del Fisco se libra de la sanción (equivalente al 25% del importe de la operación).

| Infracciones. Sobre el papel, el "chivatazo" puede poner en marcha la maquinaria de la Agencia Tributaria para investigar cualquier tipo de infracción, "si existen indicios suficientes de veracidad en los hechos imputados y éstos son desconocidos por la Administración", se expone en los formularios que están a disposición del público.

Para facilitar la labor de los técnicos de Hacienda, existen escritos de denuncia específicos para cuatro tipos de hechos en los que está incidiendo la estrategia de lucha contra el fraude: las facturas no declaradas, los alquileres de inmuebles por los que no se tributa, las irregularidades tributarias en el comercio electrónico y el uso de software de ocultación de ventas, en referencia a las aplicaciones informáticas que se utilizan en ciertos negocios de venta al público (comercio, hostelería...) para registrar sólo parte de las ventas a efectos de Hacienda y elaborar dobles contabilidades.

| Perfiles. ¿Quiénes suelen denunciar? Por lo común se trata de personas que han tenido relación profesional o personal con los individuos o empresas a las que denuncian y que tienen por un ello un conocimiento cercano de las prácticas fraudulentas. Son denunciantes que, con frecuencia también, actúan por venganza por variopintas razones: familiares enemistados por rencillas o rupturas matrimoniales, vecinos enfrentados entre sí, trabajadores afectados por despidos, accionistas minoritarios descontentos... Durante la crisis, y en un contexto de caída del consumo, tampoco han sido raras las denuncias protagonizadas por empresas competidoras contra otras de las que conocen que defraudan al Fisco, por ejemplo, no emitiendo facturas.

| Resultados. Los procedimientos de inspección iniciados a partir de denuncias de los contribuyentes provocaron en 2016 el levantamiento de actas de inspección por importe de 116 millones de euros. En el último lustro, explicaron fuentes de la Agencia Tributaria, el importe agregado se acercó a los 500 millones, fruto de un total de 50.000 "chivatazos". Los resultados del último ejercicio (12.555 denuncias, el 26,8% más que en 2015) suponen el nivel máximo del último lustro. No obstante, una mayoría de casos no acaban en inspecciones al ser infundados o aportar información insuficiente.

Las cifras comentadas sugieren que la denuncia ha cobrado relevancia en el sistema tributario español, aunque en 1987 del pasado siglo desapareció un poderoso incentivo: hasta entonces, el delator tenía derecho al 25% de las sanciones cobradas efectivamente por Hacienda al defraudador. En EE UU, la recompensa llega al 30%. En España, según se infiere de los resultados de la Agencia Tributaria, se denuncia más por venganza que por espíritu de colaboración y conciencia tributaria.

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